miércoles, 30 de septiembre de 2009

"Estar en la cárcel fue una experiencia que me fortaleció"


"No olvidamos a nadie. Estamos con Carlos, con Nixon. Estamos con Maraco y con cada uno de los presos políticos"

Julio César Rivas es el chico de la película. La odisea que está viviendo desde el 7 de septiembre, día de su detención, su posterior liberación este lunes y su inmediata adhesión a la huelga de hambre, que desde el miércoles 23 iniciaron sus compañeros de la Universidad de Oriente para lograr su libertad, lo coloca en la palestra del movimiento estudiantil y juvenil del país.

Desde el lunes no cesa de hablar. Tanto con sus compañeros como con los periodistas. Pese a los difíciles momentos que está viviendo se muestra sereno y embriagado de fe en la lucha que libran los universitarios por los presos políticos. Pese a la debilidad física, ayer, con el apoyo de su madre, fue a presentarse al tribunal, pero no fue atendido porque no hubo servicio de secretaría.

Recuerda con cariño el apoyo moral que le brindó el prefecto de Caracas en la cárcel. "Voy por ti Richard (Blanco) y por todos los presos políticos, yo estuve sólo un mes (22 días) pero hay quienes tienen hasta cinco años en la cárcel".

-¿Has podido procesar y reflexionar sobre el brusco cambio que ha experimentado tu vida desde el 7 de septiembre?

-Cuando el propósito es el país uno se prepara para los sacrificios. Hay que vencer el miedo a todo lo que venga, porque estamos luchando por una causa justa. Estar en la cárcel fue una experiencia que me fortaleció pese al temor y la incertidumbre de los primeros días. Igual sentí tristeza en pensar cómo un venezolano puede encerrar a otro por pensar distinto.

-¿Tu pasantía por la cárcel te hizo madurar como ciudadano para analizar y confrontar el actual proceso político del país?

-En la cárcel viví una realidad que se desconoce estando en la calle. Comprendí que hay que estar más apegado a la legalidad y la justicia. También la necesidad de luchar por aquellos que están presos por los errores cometidos. Me sentí orgulloso de que personas presas por cometer un asesinato me hayan tendido la mano por considerar que mi detención era injusta. Eso me hizo reflexionar sobre la necesidad de la justicia y la igualdad.

-Si los muchachos lograron tu liberación, ¿entonces hay que echar el resto para alcanzar las otras metas?

-Mi liberación fue gracias al sacrificio de todos mis compañeros que han pasado hambre. Se decidió continuar la huelga y aquí estoy siendo consecuente con ellos.

-El ucevista Carlos Javier Lozada está preso, pero su libertad no ha sido exigida como la tuya.

-No olvidamos a nadie. Estamos con Carlos, con Nixon. Estamos con Maraco y con cada uno de los presos políticos. Nuestro compromiso es con todos y por eso exigimos la presencia de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.

-Si bien es una lucha política, ¿cómo evitar que se desvirtúe y se utilice como trampolín partidista?

-Mis compañeros y mi persona hemos sido muy claros, en cuanto a que si bien somos independientes cada persona tiene derecho a estar en un partido político. Pero como movimiento somos autónomos, y esa condición la defendemos. Ahora, eso no impide que exhortemos a los partidos políticos a que nos respalden. Igual los trabajadores y los empresarios. Nuestra lucha es para y por todos.

-¿Qué le dices a los jóvenes y ciudadanos que se muestran apáticos ante esta lucha?

-Mi llamado es que deben vencer el miedo, y que sigan el ejemplo de estos jóvenes huelguistas. Los jóvenes construiremos un país en libertad.

Gustavo Méndez
ALICIA DE LA ROSA
EL UNIVERSAL

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