lunes, 4 de mayo de 2009

La China del Caribe


La China del Caribe
Editorial




" Ideas anacrónicas para pobres de espíritu". Este podría ser otro título del reportaje "Falta más que petróleo para ser una potencia" que David González escribe en Siete Días de este primer domingo de mayo sobre la promesa del Presidente de la República de que Venezuela, antes de que el siglo XXI deje caer las últimas hojas del calendario, "será una potencia mundial".

La promesa repite el delirio de algunos presidentes que pasaron por la silla que ahora calienta el comandante, desde el siglo XIX hasta entrado el XX, o sea, de un dictador a otro, desde Guzmán Blanco hasta Pérez Jiménez. Como decoración de su proyecto, Chávez insiste en que seremos una potencia. Es como si dijéramos que no hay nada mejor como el socialismo porque por ese camino llegaremos a tal desarrollo que no nos quedará más remedio que resignarnos a ser una potencia mundial.

Lamentablemente el mundo anda por otros lados, y como anota Angelina Jaffé, se trata de un concepto anacrónico. Pero algo más que esto, se postulan tales desvaríos cuando ya el concepto no sólo es anacrónico sino que el siglo XXI probablemente dejará atrás la idea de potencias mundiales. El mundo marchará hacia un orden mundial igualitario, pero Chávez no lo sabe. Todavía no se ha despojado de las teorías que le enseñaron en la Academia Militar.

Para ser una potencia mundial hay que explotar a muchos países y no se vislumbra en el paisaje cuáles puedan ser las ovejas descarriadas que se tragará el lobo venezolano. Es casi cómico, pero es preciso anotarlo. Hace dos semanas y como resultado de datos muy elocuentes, la Gran Bretaña celebró que su decadencia la situaba de ahora en adelante entre los países medianos. Los ingleses lo han celebrado. Nadie imagina la felicidad de no ser potencia.

No es porque Chávez los haya derrotado, pero Estados Unidos ha dejado de ser la potencia del siglo XX. Uno de sus grandes analistas dijo que "ya no podía ser el policia global, el financista global, ni el modelo global". Eso es lo que significa ser potencia.

Chávez se alimenta de su propio mito. Los militares que lo escuchan se sienten procónsules en algún país africano. O quizás en la decadente Europa, digamos en Francia o en Italia. El mundo da tantas vueltas. Eso es ser potencia. Son espejismos, como se relata en Siete Días, que Chávez echa a andar no sólo para aliviar las ordalías del presente, sino para prolongar en el tiempo su discurso profético. Esto se traduce en una ecuación muy simple: para llegar tan lejos y tan alto necesitamos un líder de grandeza indiscutida como la del Ilustre Americano en el siglo XIX o Mao Tse-Tung en el XX. ¿Sospechan quién es ese líder? La realidad debería ser sometida a juicio porque conspira contra los disparates de poderío mundial. David González refiere que 93% de las exportaciones de Venezuela proviene del petróleo. Lo que comemos lo importamos. Es decir, no tenemos caraotas, pero antes de que acabe el siglo, seremos una potencia mundial. O sea, la China del mar Caribe.


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1 comentario:

Valdemir Reis dijo...

"Amigo es una cosa si guarda ..." Como dice el poeta. Katya así que estoy de vuelta en su bello espacio para dar las gracias a su bondad de corazón en el honor con su visita. Sabemos que mucho más fuerte en, su presencia es siempre agradable y especial. Gracias .... incluso Feliz por su presencia. Aparece siempre allí! Confieso que admiro mucho su trabajo, importante, grande, valioso e interesante. "El valor de las cosas no es el tiempo que dura, pero la intensidad con que se producen. Por lo tanto, hay momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables". Fernando Pessoa. Nos reuniremos siempre aquí. ¡Salud!. Quiero una semana llena de logros y se extienden a la familia un gran éxito, tanto la paz, la salud, siempre brillan, bendiciones, protección y felicidad. Que la luz divina guía e iluminar nuestro camino ... Un fuerte y fraternal abrazo.
Valdemir Reis