domingo, 14 de octubre de 2007

Vivir la vida socialista


Escenas de la futura "vida socialista" en Venezuela.
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El grado de manipulación, de dogmatismo, intolerancia e injusticia que este gobierno comunista ha emprendido contra los ciudadanos de este país es sencillamente criminal, el bombardeo comunicacional que desde el Estado nos lanzan diariamente, las 24 horas al día tratando de cambiar nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos está logrando resultados, ya alguna gente ni cuenta se da de lo que está sucediendo con sus vidas, lo perciben como un constante "ruido" que los aturde, pero finalmente está calando, permeando las defensas de la conciencia y haciéndolos creer que en realidad lo que está haciendo el gobierno está bien, que Chávez es un buen tipo, patriota, bien intencionado y que el país está mejor que antes a pesar de que diariamente nos golpea salvajemente la delincuencia, la inflación, los malos servicios, el desabastecimiento, ha convencido a algunos de que vivimos mejor que nunca, aunque no podamos ahora hablar de lo que nos gusta, criticar al gobierno, ver nuestras telenovelas, desearle a nuestros hijos un futuro mejor, y, lo peor, que lo que sucede es "normal".

La propaganda del gobierno es brutal, si uno se pasea por la esquina de El Chorro, en el centro de Caracas, en el edificio del Ministerio Popular para las Ciencias y la Tecnología, en la planta baja hay una instalación con cinco televisores de plasma grandes y con un sistema de sonido, repitiendo todo el día las consignas y la obra del gobierno, a todo volumen y prácticamente en la calle. La presencia visual del líder y su gobierno rojo es apabullante, está en todos lados, asomado detrás de cada pared, de cada edificio, en cada autopista, ni qué decir de las oficinas públicas, el culto a la personalidad de Chávez es lo más cercano al sueño orweliano del Big Brother, o de la ilusión panóptica del dueño del país observándolo todo, es la aplicación de la propaganda de guerra a la ciudadanía, una avalancha de imagen y sonido que aturde y embrutece.

Ni qué decir de la presencia del líder, su revolución y revolucionarios en los medios de comunicación, millones de dólares gastados en una continua campaña de manipulación e indoctrinación, aprovechándose de todos, de los niños, de las mujeres, del campesino, de los indios, de cualquier tema, la basura, la salud, la defensa nacional, el comercio, obliga a todos los medios a ser parte de esta vorágine de desinformación… cualquier oportunidad la aprovechan para dictar cátedra, en cadena nacional, sobre el nuevo hombre y la nueva Venezuela, de lo bien que la estamos pasando y de porqué todo debe ser del Estado.
Cada día un evento, una marcha, una nueva prohibición, un cierre de empresa, una violación a los derechos humanos, la descarga de actividad es constante y alienante, no hay respiro para que la gente sienta el peso de la esclavitud que poco a poco va aplastando a la sociedad, la distracción es tremenda, los escándalos surgen unos tras otros, la confrontación es interminable, desde hace nueve años nadie duerme en paz en nuestro país, la gente está enferma y deprimida, ni siquiera los que están robando lo hacen con entusiasmo, todo el mundo menos el presidente Chávez se da cuenta que estamos perdiendo el país, pero perdiéndolo de la manera más cruel, enfermándolo y desquiciándolo.

No hay perdón para estos supuestos venezolanos que nos mal gobiernan, aliados a los cubanos y ahora a los iraníes, nos están aplicando un lavado de cerebro como nunca antes en la historia se había hecho, la máxima de Mao de tener al pueblo en constante estado de crispación, tiene en Venezuela su mejor ejemplo, nadie está tranquilo, todos vivimos bajo sospecha, marcados en alguna lista, en cualquier momento podemos perder el trabajo, nuestro negocio y nuestras propiedades, nos levantamos y no estamos seguros si podemos conseguir comida en el supermercado, ni siquiera si podremos regresar vivos a nuestros hogares. De pronto el mundo y la vida se nos convirtió en una concesión que el gobierno en cualquier momento nos puede quitar, desde hace nueve años somos usuarios pasivos de los socialistas perversos.

Y el mundo que nos plantean es uno de pesadilla y horror, la multiplicación de los rostros de los asesinos Che Guevara y Fidel, la sustitución de nuestros héroes por Pancho Villa y otros bandoleros famosos, la continua interferencia y opiniones de extranjeros malintencionados y pagados que vienen al país a hablar mal de la oposición y de la verdadera democracia, la corriente migratoria de pobres de países vecinos, de asiáticos y del Medio Oriente y que pretenden desplazar nuestro stock genético.

No sé si se han dado cuenta, pero el chavismo está destruyendo la venezolanidad, nos quieren hacer unos difusos latinoamericanos hermanados con etnias atrasadas y con problemas mentales, con el cuento de la integración, lo que está llegando a Venezuela es un ADN dañado, afectado por la desnutrición, las carencias y la violencia de sus países de origen. El plan de Chávez es sembrar taras en nuestra herencia genética para hacer un país de socialistas obedientes, y si tienen dudas, miren quiénes son los que visten las franelas rojas y levantan el puño gritando patria, socialismo o muerte.

El plan eugenésico del Chávez es utilizar a nuestras mujeres para que sus vientres sean impregnados por los aliados antiimperialistas, según su óptica no hay nada que hermane más a los pueblos que la inter-inseminación, ya advirtió que quienes lo sigan deben estar dispuestos a renunciar a lo que más quieran, son nuestras mujeres las que tendremos que entregarle para que sean enviadas a Irán, a China, a Cuba, a Bolivia, a África, bajo la excusa de cursos o misiones humanitarias, pero la verdad es que van a ser usadas para parir revolucionarios internacionales, las primeras serán las muchachas milicianas, de la reserva y de los batallones del PUS, luego las demás.

Venezuela va en vías de desaparición, para en su lugar crear un club socialista de razas degeneradas, una especie de paraíso de los piratas, donde todo tipo de maleante y criminal pueda venir a temperar y a compartir con el líder de los desadaptados ¿Es eso lo que queremos? ¿Ese fue el sueño de nuestros libertadores?

Saul Godoy Gómez

www.eluniversal.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me das pena enfermito, eres un escualido pitiyanqui racista pro imperialista.

Seguro tu idolo es Adolfo Hitler y George Bush. Viva el comandante Hugo Chavez!!