El alerta del presidente venezolano, Hugo Chávez, en torno a la posibilidad de una guerra con Colombia suscitó hoy declaraciones de rechazo y preocupación, llamamientos al diálogo y también acusaciones de haber montado una ‘‘cortina de humo''.
Uno de los mayores aliados de Chávez, el presidente boliviano, Evo Morales, reiteró hoy su rechazo al acuerdo para que militares estadounidenses utilicen bases colombianas en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, para él "una abierta provocación'', pero discrepó con la idea de oponerse al mismo con las armas.
''Aquí tiene que librarse una lucha democrática'' para derrotar a quienes quieren convertir a Colombia "en una base norteamericana'', dijo en Cochabamba (centro de Bolivia).
Morales se mostró en desacuerdo con "otra clase de luchas'', en una aparente alusión al llamado a "prepararse para la guerra'' hecho este fin de semana por Chávez a los militares y civiles de su país, aunque manifestó que "es obligación de cualquier presidente defender su dignidad, su soberanía y su territorio''.
El mandatario boliviano anunció que convocará a una reunión de emergencia de los presidentes y organizaciones sociales de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Uno de esos gobernantes, el de Nicaragua, Daniel Ortega, ya respaldó ayer a Chávez en su conflicto con Colombia.
El líder sandinista instó a los latinoamericanos a luchar unidos "para que desaparezcan de América Latina y el Caribe, de una vez y para siempre y no se sigan multiplicando las bases militares que atentan contra la soberanía, la integridad y la paz''.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Francisco Javier Arias, señaló hoy en una entrevista con una emisora de Bogotá que el culpable de la actual situación entre su país y Colombia es el presidente lvaro Uribe, quien metió "un elefante, que es Estados Unidos, a que camine en una cristalería'', dijo.
''Es bien importante que pensemos que no es una guerra que promueve Venezuela, sino Colombia'', subrayó a la emisora colombiana Caracol Radio.
El Gobierno colombiano respondió a lo que calificó como "amenazas de guerra'' de Chávez con el anuncio de que pondrá el asunto en manos de la ONU y la Organización de Estados Americanos (OEA), una medida que el ex mandatario de Colombia Ernesto Samper (1994-1998) no cree que vaya a solucionar el conflicto bilateral.
Lo único que va a hacer es llevar "a un terreno diplomático la escalada del conflicto, sin que realmente se vaya a avanzar mucho en su solución'', subrayó en una entrevista con Caracol Radio.
Samper, que consideró que está prácticamente descartado un escenario de "guerra convencional'' entre Colombia y Venezuela, criticó además la "inactividad'' de los dos Gobiernos en encontrar una salida diplomática al enfrentamiento.
El ex canciller colombiano Guillermo Fernández pidió hoy a Uribe que tome "muy en serio'' las palabras de Chávez y auguró que el jefe de Estado venezolano va a generar más dificultades a Colombia porque le ha puesto freno a su proyecto expansionista.
En una entrevista con Caracol Radio, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal venezolana, monseñor Baltazar Porras, hizo hoy un llamado a la paz y opinó que las declaraciones hechas ayer por Chávez ponen "los pelos de punta''.
En Venezuela, algunos representantes de la oposición salieron hoy a criticar tanto a Chávez como Uribe.
El presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad venezolana Simón Bolívar, Robert Patiño, denunció que los enfrentamientos de ambos gobernantes obedecen a "una estrategia de distracción'' de problemas internos en sus países.
Para Julio Borges, líder del partido antichavista Primero Justicia, el conflicto es generado por las "agendas personales'' de ambos mandatarios, que lo usan como una ‘‘cortina de humo'', y son los pueblos de Colombia y Venezuela los que pagan "los platos rotos''.
Borges respaldó el empeño del presidente de Brasil, Luiz Ignácio Lula da Silva, de intentar reunir a Chávez con Uribe este mes, una iniciativa a la que ninguno de los dos ha respondido hasta ahora.
Las consecuencias económicas del conflicto bilateral ya se sienten. Desde agosto las relaciones están "congeladas'' por decisión de Chávez, que manifestó así su disgusto por el convenio militar que posibilita a EE.UU. el uso de bases colombianas.
El Gobierno de Uribe reaccionó presentando una demanda ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) contra Venezuela.
De acuerdo con la Cámara de Integración Económica Venezolano-Colombiana (CAVECOL), el intercambio comercial entre ambos países, que fue de 7.300 millones de dólares en 2008, caerá este año a unos 4.700 millones.
La presidenta de la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, Magdalena Pardo, señaló, por su parte, que en los nueve primeros meses del año el comercio bilateral se redujo un 14,5 por ciento y se espera que descienda un 20 por ciento en el segundo semestre.
El alerta de Chávez sobre la posibilidad de una "guerra'' cayó como una bomba en el Senado brasileño, que esta semana tiene previsto votar definitivamente sobre el ingreso de Venezuela al Mercosur, formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
''Sin dudas, es un factor que puede complicar mucho la votación'', dijo a la Agencia Brasil (oficial) el senador Gim Argello, subjefe de la bancada oficialista en la cámara alta.
De la misma manera, la oposición consideró que las declaraciones de Chávez "no ayudan nada''.
''Es otra prueba de que las intenciones de Chávez son incendiar la región'', declaró el senador Demóstenes Torres, del opositor Partido Demócratas (DEM).
El Nuevo Herald
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