Que aquellos que te torturaron hasta causarte la muerte, paguen por su crimen.
Recibimos al Niño Dios, sí, con la alegría que significa su nacimiento, con los cantos de la Navidad, pero en su justa esencia, y de la misma manera esperamos un nuevo año, sin fiestas banales porque estamos en un país, Venezuela, donde existen presos, perseguidos, exiliados por razones políticas o evadidos de una prisión porque no encontraron justicia.
Así como tampoco la han encontrado aquellos asesinados de un balazo cuando en su justo derecho participaban en alguna protesta. O que han perdido la vida por torturas y han sido señalados organismos de seguridad del estado sobre la responsabilidad en estos crímenes.
De ahí que hay que hacerles saber a los asesinos que cuando todo se acabe les toca, porque con el régimen de Hugo Chávez, que pretende imponernos una enmienda a principios del año que viene para perpetuarse, no hay justicia.
Preciso referirles el caso de Juan Carlos Sánchez, torturado y asesinado hace cuatro años, a quien los miembros del Grupo 11 “Queremos saber”, honramos su memoria el pasado 11 de diciembre, y es preciso dar a conocer lo que con este hombre joven, con futuro e inocente, sucedió.
Aun no se logra establecer responsabilidades ni el esclarecimiento por el vil asesinato de Juan Carlos Sánchez, ocurrido en Caracas, a los 37 años de edad. Miembros del Cuerpo de Investigaciones Científicas y Penales y Criminalísticas (CICPC), lo que era antes la PTJ, lo detuvieron y lo privaron de su libertad sin orden judicial de detención ni presencia de fiscal público.
Le fueron violentados todos sus derechos constitucionales, humanos y fundamentales, en la tarde del día 20 de noviembre de 2004, siendo trasladado en calidad de detenido a la sede de la DISIP, hasta que fallece el día 24 de noviembre del mismo año, por asfixia y paro cardíaco producto de las torturas. Sus padres y familiares se enteran de su muerte, por una noticia radial, que informaba la aparición de un cadáver en la ciudad de Barquisimeto.
Al trasladarse a la morgue, efectivamente se trataba de su hijo. Se le había practicado una autopsia, y pudieron observar orificios producidos por disparos de armas de fuego. Sus manos estaban amoratadas con coloración violácea intensa, así como las orbitas de sus ojos. La versión policial fue la de señalarlo por su supuesta intervención en el atentado en Caracas del día 18 de ese mismo mes de noviembre del fiscal del Ministerio Público, Danilo Anderson. Y que su muerte fue producto de un enfrentamiento con una comisión policial.
Existen testimonios de testigos que declararon haber escuchado y visto cuando Juan Carlos Sánchez era torturado. La Fiscalía General que en todo momento no ha hecho sino atribuir responsabilidades sin pruebas, un caso manejado con toda clase de contradicciones, persiste en mantener la versión policial de los hechos. En este sentido, sus padres, aseguran que la declaración policial es inverosímil, y solicitan justicia reivindicativa del patrimonio moral de su hijo así como sentencia de culpabilidad para sus torturadores plenamente reconocidos.
Pero al cabo de tiempo ya la verdad de lo ocurrido comienza a salir a relucir, de todos es conocido, las declaraciones en una entrevista transmitida por televisión de Hernando Contreras, uno de los fiscales del Ministerio Público que fue asignado para la investigación del caso Anderson. Este fiscal reveló cómo se realizó el presunto montaje en la investigación de este caso y expresó que funcionarios de alto gobierno decidieron en reunión en la DISIP hacerse de presuntos autores materiales, para “eliminarlos”, entre ellos Juan Carlos Sánchez. Torturado y luego asesinado, esta monstruosidad ocurrió hace 4 años en noviembre.
Juan Carlos, desde arriba intercede para que se haga justicia reivindicativa de tu patrimonio moral y para que aquellos que te torturaron hasta causarte la muerte, paguen por su crimen.
Diario de América
http://www.diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=4873
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