Un partidario de Musaví intenta colocar una bufanda verde, el color de los opositores, a la estatua del poeta Abulgasem Ferdusi en Teherán.
El candidato derrotado en las elecciones cuenta con el apoyo de Rafsanyaní, uno de los hombres más ricos de Irán, y del ex presidente reformista Jatamí
Desde fuera, el desafío de Mir Hosein Musaví parece sostenerse en los cientos de miles de iraníes que contestan a diario el resultado electoral. Estas manifestaciones son fruto del descontento con Mahmud Ahmadineyad, el ganador oficial de los comicios. Pero el verdadero respaldo a las ambiciones presidenciales de Musaví viene más de los corredores del poder que de la calle. Dos importantes redes de influencia trabajan a su favor: los círculos conservadores moderados y pragmáticos movilizados por Alí Akbar Hashemí Rafsanyaní y los clérigos reformistas agrupados en torno a Mohamed Jatamí.
- La sombra de Rafsanyaní. Este veterano político de 75 años está considerado uno de los hombres más poderosos de la República Islámica. Tras la revolución de 1979, fue el primer presidente del Parlamento de 1980 a 1989. Luego presidió Irán por dos mandatos, hasta 1997. En las elecciones parlamentarias del año 2000 ganó el escaño por los pelos y terminó renunciando. En 2005 fue derrotado por Ahmadineyad en las presidenciales. En la actualidad, preside el Consejo de Discernimiento, que es un órgano de arbitrio entre el Parlamento y el Consejo de Guardianes (especie de cámara alta designada), y la Asamblea de Expertos. Este sanedrín, formado por 86 clérigos, elige al sucesor del líder supremo cuando éste muere. En teoría, también podría destituirle.
Parte de la influencia de Rafsanyaní viene de su conocimiento de los secretos del Estado durante los años iniciales de la revolución, la guerra con Irak y el caso Irán-Contra. Otra parte, de su peso económico. Muchos iraníes aseguran que se trata del hombre más rico del país, una convicción que se reforzó cuando en 2003 la revista Forbes le incluyó entre los hombres más ricos del mundo y le describió como "el verdadero poder detrás del telón".
Es difícil distinguir el mito de la realidad cuando se habla de su riqueza, pero a su familia se le atribuye un vasto imperio financiero que incluye desde propiedades inmobiliarias hasta empresas de comercio exterior, pasando por la primera aerolínea privada del país. Uno de sus hijos, Mehdi, dirige la compañía estatal de gas. En cualquier caso, aparte de sus relaciones personales con la vieja guardia de la revolución, su principal aportación a la campaña de Musaví puede haber sido el ejército de jóvenes activistas reclutados entre los tres millones de estudiantes de la Universidad Azad, la mayor del país y la única privada, en la que los Rafsanayaní tienen una amplia participación.
En su campus del norte de Teherán, Mehdi estableció un cuartel general electoral desde el que se coordinó tanto la campaña de Musaví como una serie de encuestas de voto privadas que guiaron la estrategia del candidato. Luego Fatemeh, la única hija de Rafsanyaní que ha seguido sus pasos políticos y llegó a ser diputada, ha participado en alguna de las protestas. En una nueva muestra de la lucha de poder en curso, la justicia iraní prohibió ayer a ambos abandonar el país por su implicación en las manifestaciones.
- La imagen de Jatamí. Sabedor de su tirón popular entre los jóvenes, el ex presidente ha permitido a Musaví que use su imagen en los carteles de campaña e incluso le ha acompañado en algún mitin. Pero lo que es más importante, ha movilizado en su apoyo a la Asociación de Clérigos Combatientes, que agrupa al clero reformista y de la que es miembro. Esa asociación tiene una amplia red de contactos por el país.
Esa asociación pidió permiso al Ministerio del Interior para organizar una nueva marcha de protesta mañana sábado, desde la plaza de Enghelab hasta la de Azadí, en Teherán. Su comunicado anuncia una intervención de Musaví y la presencia de Jatamí, extremos que garantizan una gran participación. De todas formas, con o sin permiso, los partidarios del candidato opositor siguen manifestándose.
El País, España
http://www.elpais.com/articulo/internacional/poder/detras/Musavi/elpepuint/20090619elpepiint_2/Tes
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