jueves, 14 de agosto de 2008

La jugada de Rusia


Una "lección" rusa para la pequeña Georgia


Rusia, con naciones aspirantes a la soberanía dentro de sus fronteras, en general se opone a los secesionistas. Pero la agresión de Rusia está relacionada en realidad con la subordinación de Georgia, un aliado norteamericano democrático orientado hacia el libre mercado.

Preguntado en 1957 por el factor que determinaría el rumbo de su gobierno, Harold Macmillan, nuevo primer ministro de Gran Bretaña, respondía "Los acontecimientos, estimado amigo, los acontecimientos." Ahora, bien entrada la trivialización de las presidenciales de América, se ha presentado por las buenas un molesto acontecimiento -- una guerra europea. Los tanques rusos, la artillería pesada, los bombarderos estratégicos, los misiles balísticos y un bloqueo naval estropean una nación europea. Resulta que después de todo no habíamos dejado atrás estas cosas. El final de la historia será pospuesto, de nuevo.

Rusia apoya a dos provincias decididas a escindirse de Georgia. Rusia, con naciones aspirantes a la soberanía dentro de sus fronteras, en general se opone a los secesionistas, al igual que hizo cuando los Estados Unidos, que en ocasiones se opone a la secesión (1861-65 por ejemplo), apoyó imprevisoramente la secesión de Kosovo del aliado serbio de Rusia. Pero la agresión de Rusia está relacionada en realidad con la subordinación de Georgia, un aliado norteamericano democrático orientado hacia el libre mercado. Esto es el recrudecimiento del dominio de Rusia en lo que ella llama "el exterior cercano." Ucrania, otra nación próxima a Rusia culpable de ser objetivamente democrática, debería echarse a temblar porque no hay mucho que América pueda hacer. Es un espectador ante la intimidación de un aliado que podría encontrarse al borde de sufrir un cambio de régimen.

Vladimir Putin, en cuya alma el Presidente George W. Bush se adentró una vez y le gustó lo que vio, ha consultado inefablemente con el ejército de Rusia, dejando así a su mascota el "Presidente" Dmitry Medvedev en una situación aún más ridícula. Pero los grandes acontecimientos revelan pequeñeces, como la del gobernador de Nuevo México Bill Richardson.

En "This Week" de la ABC, Richardson, examinándose para ser el candidato a la vicepresidencia de Barack Obama, se descalificaba. Aferrándose a los eslóganes de la campaña de Obama igual que un borracho a una farola, Richardson decía que esta crisis manifiesta la inteligencia del ánimo de Obama en favor de la diplomacia, y que América debería acudir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas "para aprobar una contundente resolución que obligue a los rusos a demostrar cierta contención." Aparentemente Richardson fue embajador ante Naciones Unidas durante 19 meses sin observar que Rusia tiene un veto en el Consejo de Seguridad.

Esta crisis ilustra, de forma redundante, la parálisis de Naciones Unidas con respecto a las grandes potencias, con respecto por lo tanto a los grandes acontecimientos, y el carácter ficticio de la Unión Europea en materia de política exterior. ¿Perturba esto la serenidad de Obama a propósito de la eficiencia de la diplomacia? La segunda declaración de Obama acerca de la crisis, en la que reconoce tarde la invasión de Rusia, subrayó la locura de su primera declaración, que reflejaba la neutralidad inicial de la administración Bush. "Ahora," decía Obama, "es el momento de que Georgia y Rusia muestren cierta contención.”

John McCain, el candidato de "la vida es real y lo más importante," afirma haber mirado a los ojos de Putin y haber visto “una K, una G y una B.” Pero McCain está en deuda con el criminal, al igual que el electorado de América. Putin ha sacado la campaña presidencial de un golpe de la preocupación con los sondeos de los extremos a los que cae John Edwards y las dudas de cuál es la "catarsis" que "se debe" a los decepcionados Clintonitas.

McCain, que ha instado a Rusia "a retirar... inmediata e incondicionalmente todas sus fuerzas de territorio georiano soberano," prefiere expulsar a Rusia del G-8 y organizar una liga de democracias para actuar allí donde Naciones Unidas está impotente, que sucede en cuanto el asunto es importante. Pero Georgia, cuyo deseo de ingreso en la OTAN contó con el beneplácito norteamericano, no se encuentra dentro de la OTAN porque algunos miembros de peso de la liga de democracias de McCain, por ejemplo Alemania, pensaron que iniciar las conversaciones de ingreso con Georgia complicaría el proyecto de conciliar a Rusia. Está programado que la OTAN examine la cuestión del ingreso de Georgia en diciembre. ¿Qué postura tienen Obama y McCain ahora?

Si Georgia perteneciera a la OTAN, ¿estaría la OTAN ahora en guerra con Rusia? Lo más probable es que Rusia no estaría dentro de Georgia. En los 51 años de la OTAN solamente en una ocasión el territorio de un estado miembro se ha visto invadido -- las Malvinas británicas, por Argentina, en 1982.

¿Qué tiene el mes de agosto? La Primera Guerra Mundial comenzó en agosto de 1914. El pacto Molotov-Ribbentrop anunció en la práctica la Segunda Guerra Mundial en agosto de 1939. Irak, un fragmento del derrumbamiento de imperios precipitado por agosto de 1914, invadía Kuwait en agosto de 1990.

La relativa agitación del agosto de este año coincide, no es coincidencia probablemente, con la preocupación del mundo con esa charada de la cortesía internacional, las Olimpiadas. Sólo por tercera vez en 72 años (Berlín 1936, Moscú 1980), los juegos se están celebrando con un régimen tiránico como anfitrión, la mente del cual quedaba en evidencia en la ceremonia de apertura mostrando a miles de músicos tocando el tambor, con cada cara fruncida con el mismo rictus grotescamente congelado. Fue una imagen de la miniaturización del individuo y de la subordinación de la individualidad a lo colectivido. Desde el desfile de los Nazis en Nuremberg en 1934, que Leni Riefenstahl convirtió en la película "El triunfo de la voluntad," la tiranía no se emperifollaba tan descaradamente como arte.

Una audiencia mundial de miles de millones se emocionaba con la ceremonia de Pekín. ¿Quién se acuerda de 1934? O de algo.


Por George Will
Diario de América
http://www.diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=4444

1 comentario:

Unknown dijo...

mmmmmmmmmmm...
y que decir de los en verdad indefensos civiles de osetia del sur y abjasia?