miércoles, 16 de septiembre de 2009
La alianza Irán/Venezuela y sus implicaciones
El pasado martes, probablemente el más prominente fiscal de EE UU, Robert Morguenthau, de Nueva York, fue invitado al prestigioso, Brookings Institute, “think–tank” especializado en temas de seguridad global. En una inusitada intervención se refirió exclusivamente a la alianza de Venezuela e Irán y las consecuencias para la seguridad hemisférica.
El fiscal Robert Morguenthau, es conocido y reconocido universalmente como uno de los perseguidores del terrorismo, lavado de dinero, fraudes fiscales y otros delitos asociados a la corrupción y al tráfico de influencias. Como resultado de sus minuciosas investigaciones centenares de bandidos de cuello blanco de todas las latitudes han terminado en la cárcel.
Por tratarse de una persona de estas calificaciones y el tema dedicado a las vinculaciones del gobierno bolivariano con la República Islámica de Irán, cedemos este espacio para transcribir parte de sus interesantes observaciones.
Irán y Venezuela en la misma cama
Las relaciones diplomáticas entre Venezuela e Irán se remontan a casi 50 años y sólo hasta hace unos años era poco más que una rutina de intercambio diplomático. Con la elección del presidente Mahmouh Ahmadinejah en 2005 cambiaron dramáticamente. Desde entonces Ahmadinejah se ha relacionado también con Nicaragua y Ecuador con la ayuda del presidente Chávez.
Las inversiones de Irán en Venezuela están en aumento. La Memoranda de Entendimiento comprende: desarrollo tecnológico; cooperación militar; bancos y finanzas; cooperación en proyectos de exploración de petróleo, gas y refinación; exploración de minerales y en agricultura.
En 2008 Venezuela e Irán se comprometieron a un completo apoyo en la cooperación militar. Desde 2006 asesores militares iraníes están imbricados en las tropas venezolanas. La guerra asimétrica que se le enseña a la Guardia Revolucionaria de Irán, Hezbollah y Hamas, han reemplazado la doctrina militar venezolana.
De acuerdo a un reporte publicado en diciembre de 2008 por el Carnegie Endowment for International Peace, Venezuela cuenta con un estimado de 50.000 toneladas de uranio no procesado (un-mined). Se especula que Venezuela puede estar explotando uranio para Irán.
Frente financiero
En enero de 2008 los iraníes abrieron el Banco de Desarrollo Internacional en Caracas como una subsidiaria independiente del Export Development Bank de Irán. En octubre de 2008 la Oficina del Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE UU impuso sanciones contra dos bancos iraníes (BID y EDBI) los cuales intentaban proveer servicios financieros al Ministerio de Defensa de Irán y a sus unidades de logística nucleares. Hemos sido informados de instalación de plantas en pequeñas poblaciones de Venezuela con ideales condiciones geográficas para la producción de armas.
No tenemos dudas que Hugo Chávez no solamente lidera un gobierno corrupto sino con funcionarios que simpatizan con el terrorismo. El gobierno mantiene fuertes lazos con el narcotráfico y el lavado de dinero, que según se ha reportado, juegan un activo papel en el tránsito de narcóticos y del lavado de narcóticos procedentes del intercambio de pagos a funcionarios corruptos del régimen.
La alianza
Las relaciones con Venezuela hacen más peligroso a Irán. Los iraníes, calculadores e inteligentes en su diplomacia han encontrado un perfecto aliado en Venezuela cuyo gobierno ha establecido un sistema financiero, que con la ayuda del presidente Chávez es explotado para eludir las sanciones financieras. La ubicación geográfica de Venezuela es ideal para almacenar armas de destrucción masiva lejos del Medio Oriente y de los ojos de la comunidad internacional.
La ostensible razón de Irán de abrir el Banco Internacional de Desarrollo en Caracas fue para expander sus relaciones económicas con Venezuela. Pero nuestras fuentes y nuestra experiencia me hacen sospechar en ulteriores motivos. Poner un pié en el sistema bancario venezolano en un modo validar sus operaciones.
Creemos que el BID tiene varios bancos corresponsales con bancos en Venezuela y Panamá, una nación con una dilatada reputación de lavado de dinero. El método se llama “anidar”. Se “anida” una cuenta cuando una institución financiera extranjera gana acceso al sistema financiero de EE UU operando a través de un corresponsal de EE UU que pertenece a otra institución financiera extranjera.
Entre otras conclusiones, limitadas por el espacio de esta columna, el fiscal Morguenthau recomienda urgir a los gobiernos vecinos sobre las siniestras implicaciones de la presencia de Irán en la región.
Por Orlando Ochoa Terán
Diario de América
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