viernes, 23 de noviembre de 2007

Las razones de la ruptura Chávez - Uribe: Chávez buscaba apoyo de militares colombianos al despeje


El diario bogotano El Tiempo recopila hoy las razones que han llevado a la ruptura entre Chávez y Uribe y al cese de la mediación del presidente venezolano en el intercambio humanitario.

Así lo reseña El Tiempo:


Una llamada del presidente venezolano al general Mario Montoya, comandante del Ejército fue el detonante de la cancelación de la intermediación de Chávez en el acuerdo humanitaria.

-Álvaro, déjame ir a hablar con ‘Marulanda’ al Caguán. Necesitamos un despeje pequeño.

-Hugo, yo no puedo admitir que se hable de despeje, mis generales se desmoralizarían.

-Álvaro, entonces déjame y yo hablo con tus generales. ¿Quién es el comandante de tu Ejército?

-El general Mario Montoya- respondió Uribe-. Pero te repito, Hugo: ‘No puedes hablar con mis generales, porque se me vuelven chavistas. Todo lo que haya que hablar sobre este tema lo hablamos los dos’.

Este diálogo de los presidentes Uribe y Chávez el pasado 9 de noviembre en Santiago de Chile, reconstruido por fuentes cercanas al Gobierno, cuando el primero le dejó claro al segundo que no podría llamar a ningún militar, permite entender la dimensión del episodio que puso fin a la mediación del mandatario venezolano y la senadora Piedad Córdoba, en el acuerdo humanitario.

Chávez buscaba el apoyo de los líderes militares colombianos al despeje.

El diálogo de Santiago tenía espinas. Uribe se había enterado que el día anterior, en Caracas, Chávez y el jefe guerrillero ‘Iván Márquez’, habían hablado más de “despeje” que de acuerdo humanitario. Y al llegar a Santiago, el interés de Chávez por el “despeje” seguía vivo.

Fue entonces el empeño de Chávez en lograr el apoyo de los generales colombianos al despeje lo que se convirtió en la gota que rebosó la copa.

Lo que pocos saben y que ayer admitió el consejero presidencial, José Obdulio Gaviria en La W, es que fue el propio Uribe quien abrió la puerta a esa posibilidad un año atrás, cuando para tramitar una queja sobre presencia de armados ilegales en la frontera, puso a Chávez a hablar con los altos mandos.

Tras la decisión de Uribe el miércoles de poner fin a la facilitación de Córdoba y la mediación de Chávez, el “acuerdo humanitario”, como tal, llega a su fin.

A partir de ahora, el gobierno Uribe hablará de “solución humanitaria”, concepto que no implica negociación, sino que se circunscribe a decisiones que provendrán fundamentalmente de la discrecionalidad del Gobierno.

Y otro elemento nuevo. En la era de la “solución humanitaria”, que ahora dirigirá de manera preponderante el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, no habrá escenario internacional. Y menos, para las Farc.

El presidente Uribe podrá intentar muchas otras alternativas, pero de algo que está seguro, es que no le volverá a generar un escenario de protagonismo político internacional a quienes considera “los terroristas más sanguinarios del mundo”.

Lo más probable es que, aunque se intenten caminos “humanitarios”, el Presidente reforzará el rescate militar.

Ante esta decisión, los gobiernos de París y Caracas, guardan las esperanzas de que la presión internacional y la de las familias de los secuestrados, deje alguna puerta abierta para el “acuerdo humanitario”.

Fuentes diplomáticas de Caracas explicaron a EL TIEMPO, que el carácter “moderado” y “casi amistoso” del comunicado emitido por el Palacio de Miraflores, en el que “acepta esta decisión soberana del gobierno de Colombia, pero manifiesta su frustración”, tiene como propósito dejar una rendija abierta en caso de que el Gobierno de Bogotá reaccione con más “serenidad”.

De la misma manera, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en otro comunicado emitido ayer, también interpretado como “discreto” en fuentes diplomáticas parisinas, cree que “la gestión de Chávez es la mejor opción para la liberación de los rehenes” y espera que el presidente Uribe haga nuevas consideraciones sobre la decisión de poner fin a su mediación.

Pero los analistas tienen otras miradas del caso. De un lado, como diría el analista Alfredo Rangel, el estilo poco diplomático del presidente Chávez, y del otro, el desespero del presidente Uribe por las constantes filtraciones de su colega venezolano y el nuevo protagonismo de las Farc, fueron la verdadera causa de la crisis.

Otros, como Ramiro Bejarano, consideran que la ausencia de reglas de juego claras entre Uribe y Chávez, precipitaron esta situación. “Me parece que fue un error encomendarle esta misión a Chávez sin unas reglas claras de juego“, dijo.

Y Alfredo Rangel, que no es un contradictor de Uribe, estima que ambos se equivocaron: “Lo que estaba en juego era muy grande y creo que el presidente Uribe lo que debió hacer fue una reconvención. Aquí faltó más prudencia de Chávez y un poco de más tolerancia de Uribe”.


Vía El Tiempo (Bogotá)

http://www.noticias24.com/actualidad/?p=9864

1 comentario:

Anónimo dijo...
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