Cientos de manifestantes participan el 8 de noviembre de 2008, en una céntrica plaza de Caracas (Venezuela) en el concierto "Gaitazo por la Victoria" en el que participaron miembros de la oposición venezolana y candidatos a alcaldías y gobernaciones para las próximas elecciones locales y regionales que se celebrarán en Venezuela el 23 de noviembre.
A menos de dos semanas de las elecciones regionales del 23 de noviembre en Venezuela, el mapa electoral está mostrando un decidido avance de sectores opositores y disidentes para controlar gobernaciones y alcaldías en manos del chavismo.
Ello es una señal de que la realidad política en el país suramericano será más compleja y diversa cuando culminen las votaciones.
El gobierno del presidente Hugo Chávez todavía cuenta con regiones clave y un nivel importante de popularidad, pero la hegemonía chavista podría verse debilitada en los comicios, de acuerdo a encuestas independientes y expertos consultados por El Nuevo Herald.
Los partidos que se oponen al gobierno del presidente Chávez han logrado acuerdos unitarios en alrededor del 90 por ciento de las candidaturas de gobernadores y alcaldes, y podrían obtener más estados de lo previsto.
Se estima que la oposición podría obtener entre ocho y 12 gobernaciones, y una sustancial mayoría de más de la mitad de las 330 alcaldías en liza.
El predominio chavista podría verse al mismo tiempo afectado por sectores de la disidencia interna, que están provocando un resquebrajamiento de la unidad en torno al liderazgo de Chávez, con importantes consecuencias en un futuro inmediato, según estiman observadores y analistas.
Importantes figuras regionales del chavismo que fueron expulsadas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) o renunciaron a enlistarse en el oficialismo, decidieron impulsar sus propios proyectos políticos, y podrían controlar al menos dos gobernaciones y un número no contabilizado aún de alcaldías, un giro que hará perder más terreno al ya golpeado chavismo a nivel nacional.
Incluso los propios chavistas están anticipando una derrota en por lo menos seis regiones, una concesión que resultaba impensable dos meses atrás.
"El oficialismo podría perder seis estados en los próximos comicios electorales y la oposición puede salir mejor'', reconoció Nelson Merentes, ex ministro de Finanzas que ahora dirige el Grupo de Investigación Social (GIS) XXI, que conduce estudios de tendencias y encuestas electorales.
Sin embargo, aclara Merentes, "nada está escrito''.
El ex ministro estimó que el chavismo ganará en 16 estados, mientras que en otros cuatro existe una posibilidad "intermedia'' de triunfo, y en otros dos una "baja posibilidad'' de predominio chavista.
Merentes no mencionó cuáles estados podrían quedar en manos del oficialismo y cuáles en manos de la oposición. Pero hasta ahora, los estados donde la oposición tiene una ventaja consistente son Zulia, Nueva Esparta, Carabobo y Sucre. Dos disidentes podrían controlar con seguridad los estados Guárico y Lara.
"El resultado de la oposición como conjunto, en gobernaciones y alcaldías, va a ser extraordinariamente superior al obtenido hace cuatro años'', dijo Henry Ramos Allup, dirigente del partido Acción Democrática.
Ramos, sin embargo, advirtió que "el proceso es complejo'' y que "nadie debe hacerse ilusiones'', porque ‘‘al día siguiente de las elecciones Chávez va a meter su enmienda para perpetuarse en el poder, porque ese es un tema que lo angustia''.
"Hay que tener cuidado con los triunfalismos'', advirtió esta semana el líder opositor Manuel Rosales.
Hasta ahora, el proceso electoral se ha visto marcado por un vasto intento de radicalizar la contienda, con Chávez a la cabeza de una costosa campaña que --según sus críticos-- está utilizando masivamente recursos estatales, incluyendo la televisora estatal y el avión presidencial, para promover a los candidatos oficialistas en todo el país.
Para extremar la radicalización y convertir las elecciones regionales en un evento de "o Chávez o la oposición'', el mandatario venezolano ha endurecido su lenguaje y ha incrementado las amenazas contra los líderes más exitosos de la oposición, o en regiones donde la contienda parece estar más cerrada.
"La radicalización le está funcionando a Chávez, sobre todo para consolidar su base de apoyo primario, como en los llanos, el oriente y Los Andes'', explicó a El Nuevo Herald Saúl Cabrera, vicepresidente de Consultores 21, una firma de encuestas y análisis politico.
Recientemente el líder bolivariano ha lanzado fuertes amenazas contra importantes líderes como el actual gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, el ex gobernador de Carabobo, Henrique Salas Feo, aspirante a repetir en el cargo, y el candidato opositor a la gobernación de Miranda, Henrique Capriles Radonsky.
Al mismo tiempo, ha amenazado con intervenir militarmente en aquellos estados donde triunfe la oposición, y la pasada semana ordenó la militarización del aeropuerto de Carúpano, en el estado oriental de Sucre, donde el actual gobernador y disidente Ramón Martínez, está inclinando la balanza del triunfo hacia el candidato opositor.
"Donde Chávez está atacando es donde se siente más débil'', comentó Cabrera.
El experto añadió que los ataques han sido más duros en estados donde el chavismo es percibido con mayor debilidad, como Zulia, Miranda, Carabobo, la region capital, Sucre, Nueva Esparta y Yaracuy.
Según una medición reciente de la firma encuestadora Hinterlaces, la oposición tiene un claro margen de triunfo en los estados Bolívar, Carabobo, Guárico, Nueva Esparta, Sucre, Táchira, Yaracuy y Zulia, un total de ocho gobernaciones.
En estos estados "es clara la preferencia electoral por los opositores a Chávez'', dijo Oscar Schemel, presidente de Hinterlaces.
Entretanto, el chavismo domina los estados Aragua, Cojedes, Delta Amacuro, Falcón, Monagas, Mérida, Lara y Vargas.
El resto de los estados son impredescibles, según las mediciones dadas a conocer por Hinterlaces.
De acuerdo con la firma Datanálisis, dos estados podrían quedar bajo control de la disidencia chavista: Barinas (el estado natal de Chávez) y Trujillo.
Una serie de estados se encuentran en competencia reñida, según Datanálisis: Aragua, Anzoátegui (con tendencia para el chavista Tarek William), Barinas, Bolívar (donde la oposición va dividida con dos candidatos), Guárico (con opción de triunfo para la disidencia), Mérida (con preferencia para el chavismo), y Táchira (con ventaja para el opositor César Pérez Vivas).
Miranda, un estado clave para el chavismo, podría quedar bajo control opositor, según la última encuesta de Consultores 21, que da un 48.1 por ciento de los votos para el candidato opositor Henrique Capriles Radonsky, y 42.4 por ciento para el oficialista Diosdado Cabello.
En cuanto al Distrito Federal (DF), considerado el bastión más importante del chavismo, las cuentas podrían favorecer mayoritariamente a los candidatos de la oposición, según Datanálisis.
De los cinco municipios del DF, la oposición tiene ventaja en cuatro: Baruta, El Hatillo, Chacao y Sucre. El chavismo domina en el municipio Libertador. Para la alcaldía mayor de Caracas, Datanálisis pronostica un final de fotografía entre el oficialista ex ministro de Educación Aristóbulo Istúriz y el opositor Antonio Ledezma.
El Nuevo Heraldhttp://www.elnuevoherald.com/167/story/322983.html
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