Adam Smith
El capitalismo es un sistema económico creado en el siglo XVI, para reglamentar, mejorar y modernizar las actividades económicas de los países, atribuyéndose su creación a Adam Smith, economista y filósofo escocés. Con sus investigaciones sobre “La riqueza de las naciones”, Adam Smith conceptualizó y estableció las premisas de lo que consideró debería ser el capitalismo. Algunos detractores calificaban maliciosamente a sus conclusiones, como “la Biblia del capitalismo”.
La humanidad ha tenido diferentes sistemas económicos previos al capitalismo financiero, entre los cuales destacan: el primitivismo, el trueque, el esclavismo, el feudalismo, la fisiocracia, el capitalismo mercantil, el capitalismo industrial, y el socialismo (comunismo). De todos estos, el sistema económico que ha tenido mayor vigencia y mejor éxito en el mundo, ha sido el sistema capitalista en sus diferentes formas evolutivas en las que se ha presentado (siglos XVI al XXI).
Nadie en su sano juicio niega, que el capitalismo tiene fallas y es perfectible. Desde su creación, ha ido evolucionando y mejorando en el tiempo, adaptándose a las diferentes y nuevas situaciones que se van presentando, debido a los adelantos tecnológicos, y/o a las nuevas experiencias de las naciones.
Las malas experiencias por omisión de gobernantes, o errores cometidos por personas, empresas u organizaciones financieras inescrupulosas, torpes, avaras o extremadamente ambiciosas que ocasionan las crisis económicas y hacen colapsar a organizaciones y naciones enteras, con las nefastas consecuencias para ahorristas y naciones en general, se producen por la insuficiencia de controles, regulaciones, seguimiento y mecanismos en general, que han facilitado se cometan tales fechorías; las cuales no son culpa del sistema capitalista en sí.
Está suficientemente aceptado, que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de una nación es posible lograrlo con el sistema capitalista. Siendo este indicador económico, uno de los más importantes para medir el nivel de crecimiento y bienestar económico de una nación. En consecuencia, no se explica que aun existan y persistan gobernantes tozudos como el presidente Hugo Chávez, intentando convertir a Venezuela en una nación socialista, violando la constitución, y en contra de la voluntad de las mayorías de los venezolanos, quienes el 2D-2007, le dijeron no al socialismo.
Como resultado de las crisis periódicas que ha tenido la economía mundial, el estado ha tenido que involucrarse cada vez más en las economías de sus respectivos países, participando con mayor intensidad e injerencia en estas actividades; más bien en un rol orientador, de reglamentación, de seguimiento y control, que en el rol de expropiador, confiscador o productor.
Como es lógico y natural, existen normas legales y morales, reglamentaciones, controles, procedimientos, metodologías, y leyes que regulan tales actividades del capitalismo en las respectivas naciones, que lo practican.
El capitalismo permite un alto grado de libertad a los industriales e inversionistas, en la práctica de este sistema económico. Por ello, funciona “correctamente bien”, en un sistema político justo, responsable, libre y democrático; donde mediante la aplicación correcta de las leyes, del dialogo, de las discusiones y acuerdos “ganar-ganar”, se apliquen correctivos y se logren dirimir las diferencias que afectan al sistema. Esta es una política inteligente que facilita y permite avanzar en el logro de los objetivos de la nación y del bienestar de la población.
No es culpa del capitalismo, que gobernantes irresponsables, mal informados y pesimamente asesorados, amparados en una desconcertante demagogia y populismo, incumplan groseramente con la constitución, leyes y normas establecidas, impidiendo con sus decisiones, acciones y abusos de poder, que los industriales e inversionistas privados cumplan con su trabajo de producir y generar riquezas correctamente.
En el caso venezolano, el presidente Hugo Chávez, desde el inicio de su gobierno, con argumentaciones fatuas, calificó al capitalismo de salvaje, imperialista e inconveniente para la nación, momento desde el cual le declaró la guerra a muerte al mismo.
Todo esto, por su empeño enfermizo de imponer a la fuerza al socialismo del siglo XXI, que para muchos no es mas que el sistema castro comunista, mal llamado por otros capitalismo de estado; cuando en verdad, nadie sabe con certeza como calificar a ese sistema económico.
Tampoco es culpa del capitalismo, que personas naturales o empresas privadas inescrupulosas, con ambiciones desmedidas de riquezas, incumplan las normas legales y morales, y procedimientos establecidas por la nación, para el funcionamiento correcto del sistema económico; y se produzcan crisis por inflación, corrupción, monopolios, devaluación, desempleo, acaparamientos, escasez, conflictos laborales, etc.
El capitalismo, seguirá siendo el sistema económico preferido por la mayoría de los países, incluyendo a los políticamente denominados socialistas, que desean un desarrollo económico exitoso para sus respectivas naciones, hasta tanto no se invente un sistema mejor. En algunas lecturas sobre el tema, he encontrado, que ya se habla de sistema económico mixto de mercado, donde el capitalismo y el socialismo tengan cabida, y jueguen cada uno un rol importante. Quizás sea China - ¿Y por qué no EE.UU.? – las naciones que lo impulsen.
Hoy día, el presidente de EE.UU. Barack Obama, está siendo señalado como socialista, por algunos de sus censuradores o enemigos políticos, por la visión humana que éste tiene de la política y de la economía mundial y la forma correcta de aplicarlas, para lo cual ha tenido que radicalizar algunas acciones y decisiones, a favor de los mas desposeídos.
El presidente Barack Obama ha incrementado sustancialmente los presupuestos de su país en atención médica, educación, protección social, ambiente y energía, en un intento de atender las más urgentes necesidades del pueblo norteamericano. Su estilo auto crítico, humilde, sencillo, claro y directo, pero respetuoso, le esta ganando cada vez mayores simpatías de los pueblos del mundo, quienes por razones obvias, apuestan a que tenga éxito.
Cito Sic: La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos. Enrique Múgica Herzog (1932-?) Político español.Guillermo A. Zurga
Analítica.com
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Tienes un premio:
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