Los presidentes Barack Obama y Hugo Chávez, de Venezuela, llegaron a la Cumbre de las Américas que se celebra en esta capital como boxeadores a una pela largamente esperada.
Las multitudes aplaudieron. Las mujeres gritaron de alegría.
Pero en vez de un enfrentamiento, Obama y Chávez se dieron un amistoso apretón de manos durante la ceremonia inaugural.
"Con esta misma mano saludé a Bush hace ocho años'', le dijo Chávez a Obama, según una declaración emitida por el gobierno de Venezuela. "Quiero ser su amigo''.
El gobierno venezolano calificó de "histórico'' el apretón de manos y sugirió que era el primer paso en el descongelamiento de las relaciones entre los dos países.
Obama, expresó la declaración, se acercó primero a Chávez.
"Ambos líderes se dieron la mano en un saludo histórico, después de varios años de tensión con el gobierno de Bush, cuando las relaciones entre Washington y Caracas se deterioraron'', expresaba el comunicado oficial venezolano.
Obama también se acercó y le estrechó la mano al presidente boliviano Evo Morales, a quien el primer ministro de Trinidad y Tobago regañó por su reciente huelga de hambre. Morales, dijo Patrick Manning, debe probar primero los platillos locales.
Había mucha anticipación desde el momento que los líderes llegaron.
Obama bajó con paso ligero del avión Air Force One y se dirigió a toda velocidad al hotel donde se celebra la conferencia, en lo fundamental un lugar apartado, lo que no gustó a la muchedumbre que se había reunido para verlo.
Chávez se mostró lento y deliberado cuando llegó al hotel de la reunión, acompañado de numerosos militares que tuvieron que sacarlo de las numerosas personas que lo rodearon al llegar a la ceremonia de inauguración.
"Es importante y apropiado que celebremos esta cumbre en el Caribe'', dijo Obama. ‘‘La energía, dinamismo y diversidad de los caribeños nos inspira a todos, y son una parte muy importante de lo que tenemos en común con este continente''.
"Les prometo que Estados Unidos estará presente como su amigo y aliado, porque nuestro futuro está indisolublemente ligado al futuro de los pueblos de las Américas y estamos comprometidos a dar forma a ese futuro mediante una alianza fuerte, sostenible y significativa'', expresó el Presidente.
El discurso de Obama siguió a una fuerte retórica de los presidentes de Nicaragua y Argentina, quienes criticaron la política estadounidense hacia Cuba. En discursos más cortos --Ortega habló 47 minutos-- los primeros ministros de Belice y Trinidad y Tobago también pidieron una nueva era en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Pero el primer ministro Manning dijo que espera que ese no sea el único tema que los líderes debatan.
"Sería una tragedia si permitimos que este único tema domine'', dijo.
A medida que los discursos se sucedían, algunos de los líderes se mostraron notablemente impacientes: Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, bajó la cabeza en la plataforma. Otros sencillamente se quitaron los auriculares de interpretación simultánea.
Después de la ceremonia, Obama se reunió con varios líderes caribeños.
Antes de la reunión, líderes de la Comunidad del CAribe dedicaron horas a reuniones a puertas cerradas para afinar sus prioridades. Aunque Cuba estaba en la mente del bloque regional, no era el problema más urgente. Otros asuntos son el cambio climático, los deportados y los paraísos fiscales.
"El pueblo del Caribe, los pueblos del mundo, están hartos de las políticas de Estados Unidos, que trataron al resto del mundo como si no existiera'', dijo Denzil Douglas, primer ministro de St. Kitts y Nevis.
"Hemos visto un enfoque completamente diferente por parte de este gobierno [de Estados Unidos]'', dijo Douglas. "Tiene que haber un diálogo, tiene que haber un consenso, existe la necesidad de que los intereses de los pueblos se tomen en cuenta cuando Estados Unidos formule su política nacional e internacional''.
El Nuevo Herald
No hay comentarios:
Publicar un comentario