El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en un gesto cariñoso con la estudiante mexicana Lucía Moret (izquierda), y Martha Pérez y Doris Bohorquez, miembros de las FARC, durante un mítin en Managua.
Colombia denunció el martes ante la comunidad interamericana las "actividades ilegales" del gobierno de Nicaragua, al que acusó de proteger, promover y hacer apología de grupos terroristas.
"Presidente (Daniel) Ortega, no luche contra la ley, no luche contra la historia", dijo el embajador colombiano Camilo Ospina en una sesión del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) dirigiéndose al presidente nicaragüense. "Respete a Colombia y tendrá en nosotros un infatigable amigo".
El lenguaje usado por Ospina fue inusualmente duro para un recinto como la OEA, de protocolo y diplomacia. El embajador nicaragüense Denis Ronaldo Moncada respondió afirmando que "tomamos nota de lo que ha expresado" el embajador colombiano y que posteriormente solicitará una sesión del mismo consejo para una respuesta más amplia.
Nicaragua tensó sus relaciones diplomáticas con Colombia luego del ataque militar colombiano a un puesto de la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano a comienzos de marzo. En el ataque murió el dirigente de las FARC Raúl Reyes y varias personas quedaron heridas, entre ellas las colombianas Doris Torres Bohórquez y Martha Pérez Gutiérrez, que están ahora asiladas en Nicaragua.
Según Ospina, el gobierno nicaragüense mostró "una abierta burla al pueblo colombiano" y conllevaron "actos provocadores y comentarios soeces e irresponsables, que en algunos casos se encuentran en el límite de lo criminal..."
Ospina dijo que el 11 de mayo, la primera dama nicaragüense, Rosario Murillo, anunció la llegada a Nicaragua de las dos colombianas en calidad de asiladas "por razones humanitarias, dejando de lado la esencia misma de la figura del asilo la cual existe para perseguidos políticos y no para personas vinculadas a grupos terroristas y acusadas de la comisión de delitos comunes".
Pero, indicó que el traslado ese mismo día se hizo valiéndose de una petición engañosa de sobrevuelo del gobierno nicaragüense para una aeronave militar nicaragüense alegando que ésta se encontraba en misión de "traslado de personal en gira oficial a la República del Ecuador".
Días más tarde Colombia, que le concedió el permiso, estableció que el avión transportó a las dos colombianas, explicó Ospina.
Indicó que el gobierno colombiano expresó entonces su protesta ante lo que llamó "el evidente abuso de confianza y buena fe, con el engaño en la solicitud del sobrevuelo y el acto inamistoso que representa otorgar asilo a dos integrantes de una agrupación terrorista y narcotraficante".
Ospina mencionó luego las "agresiones" verbales de Ortega contra el presidente Alvaro Uribe a quien el gobernante nicaragüense había calificado de "terrorista" y sindicado de planear "un acto criminal en el territorio nicaragüense".
Ortega había dicho la semana pasada en su país que tenía "pruebas" de un intento de asesinato por mandato de Uribe en contra de las tres mujeres.
"Presidente Uribe, cuídese de intentar asesinar estas muchachas en Nicaragua. No se le ocurra intentar asesinarlas en Nicaragua", dijo.
Para Ospina, Nicaragua no sólo estaba violando protocolos y convenciones de la comunidad interamericana sino que allí estaba el único gobierno en el hemisferio que "cree en el camino de la violencia y la muerte para tomar el poder político".
El Nuevo Herald
http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/story/232403.html
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