Barack Hussein Obama ha obtenido la mayoría de los delegados a la Convención Nacional del partido, lo que le convierte en virtual candidato a la presidencia de los Estados Unidos. Se trata de un hecho histórico, puesto que es la primera vez que un candidato de origen negro obtiene la nominación a la presidencia. Se trata de un hecho preocupante también, porque la victoria de Obama representa el triunfo del ala más izquierdista del partido.
Después de varios años de:
- lo que el ex jefe de la Reserva Federal, Alan Greenspan, describiera como “exuberancia irracional” en el mercado inmobiliario-hipotecario, y que finalmente terminó causando estragos en la economía,
- una guerra que, si bien ahora va bien, anduvo mal durante demasiado tiempo y se volvió muy impopular, y
- una coyuntura internacional inflacionaria que está causando mucho malestar entre los consumidores de todo el mundo pero particularmente de los Estados Unidos,
el partido Republicano, en la presidencia desde hace siete años, es blanco de la ira de millones de norteamericanos acostumbrados a que todo vaya muy bien en su país. Este año, sin duda, vientos de ira soplan a favor de los Demócratas y las elecciones de noviembre auguraban resultados muy buenos para la oposición. Sin embargo, a partir de hoy podemos decir con claridad que lo que era de sencillo pronóstico se ha vuelto incierto e impredecible: los Demócratas acaban de elegir al peor candidato posible para la presidencia.
No es oficial pero de no mediar algo inesperado, como que un rayo le parta en dos, es seguro: Barack Hussein Obama ha obtenido la mayoría de los delegados a la Convención Nacional del partido, lo que le convierte en virtual candidato a la presidencia de los Estados Unidos. Se trata de un hecho histórico, puesto que es la primera vez que un candidato de origen negro obtiene la nominación a la presidencia. Se trata de un hecho preocupante también, porque la victoria de Obama representa el triunfo del ala más izquierdista del partido, fuera del poder desde comienzos de los años ochenta y que, habiendo aprendido de los errores de la derrota de Howard Dean frente a John Kerry hace cuatro años, logró su objetivo esta vez al entregarle la nominación a Obama, mediante su respaldo con fuertes sumas de dinero y una impresionante maquinaria de activistas en varios de los “caucus” estatales . Porque Obama ganó raspando y sin obtener la mayoría de los votos en las urnas (Hillary obtuvo más): lo que decidió su victoria fueron los estados, en su mayoría pequeños, en los que los delegados a la convención no son electos por votación popular sino por los activistas, terreno en el cual organizaciones de extrema izquierda como MoveOn.org cumplieron un rol fundamental.
La extrema izquierda hizo una apuesta segura: un senador joven y apuesto, con muy poca experiencia pero con una labia prodigiosa, que además es considerado el más izquierdista de los cien miembros del Senado de los Estados Unidos (un impresionante logro de por sí, teniendo en cuenta que lo obtuvo en tiempo récord y que en el Senado hay varios sujetos de bastante cuidado). A medida que vamos conociendo la galería de personajes del entorno más íntimo de Obama en Chicago –el Reverendo Wright, el exterrorista Ayers, el padre Pfleger,el mafioso sirio Tony Rezko- nos damos cuenta de que no se trata de un político para nada moderado ni centrista. ¡El perfil del candidato perfecto para la ultraizquierda!
Hillary Clinton, a pesar de la antipatía que genera entre tantos, no hubiera generado tanto temor por su falta de experiencia o por su entorno comprometido. John Edwards, gracias a su populismo, hubiera sido posiblemente el adversario más idóneo para disputar a los Republicanos el voto entre la clase trabajadora en los “estados veleta” del centro del país. Barack Obama, en cambio, es un tipo sin pasado conocido pero sin logros demostrables, cuyo discurso se limita a hablar de un cambio cuyas consecuencias son desconocidas. Los norteamericanos quieren un cambio de rumbo, ¿pero estarán dispuestos a obtenerlo dando un paso categórico hacia el abismo?
Por Pablo KleinmanDiario de América
http://www.diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=4098
2 comentarios:
Excelente y visionario este artículo si se considera lo que está pasando. Ya el pueblo americano está enterado de quién es Obama. La convención Demócrata no le ha dado el empuje tradicional en las encuestas.
Katia este blog me ha resultado invaluable porque me facilita tantos artículos que de otra forma no los hubiera conseguido.
Danny:
Me complace que el blog te sea de utilidad en cuanto a información.
Saludos
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