sábado, 2 de mayo de 2009

Chávez a un paso del poder total, afirman analistas


El sistema político impulsado por el presidente venezolano Hugo Chávez bajo el nombre de Socialismo del Siglo XXI está más cerca de una típica autocracia latinoamericana en la que un hombre fuerte controla todos los poderes y persigue cualquier tipo de oposición, ignorando los principios clásicos de la tolerancia democrática, dijeron analistas.

"El presidente Chávez está demostrando unas prácticas fuertemente autoritarias'', dijo a El Nuevo Herald Michael Shifter, director de Diálogo Interamericano, un centro de investigación con sede en Washington que monitorea la situación sociopolítica del continente. "Se trata de practicas no democráticas que son muy perturbadoras''.

Según expertos y analistas consultados por El Nuevo Herald, el gobierno chavista pasó un punto de no retorno para convertirse en un gobierno autocrático que impone la ley incluso por encima de la constitución nacional, manipulando el sistema de justicia para eliminar potenciales competidores y perpetuarse en el poder.

Shifter dijo que es claro que Chávez intenta "apretar el puño del poder intimidando a la oposición'', y que "es completamente intolerante de cualquier figura política que se le oponga'', un rasgo característico de los autócratas.

"Chávez ha sido electo varias veces, pero ciertamente está empeñado en un esfuerzo muy sistemático para suprimir y acabar con cualquiera que potencialmente desafíe su poder'', indicó Shifter.

Para Luis Fleischman, experto en asuntos latinoamericanos y asesor del Centro de Políticas de Seguridad con sede en Washington, "Chávez convertirá a Venezuela en un estado totalitario en cuestión de meses''.

En un reciente informe sobre la presunta ilegitimidad del gobierno de Chávez, Fleischman argumentó que el mandatario venezolano "ha gobernado el país con métodos ilegales'' y definió su actitud de "violenta, inescrupulosa, fraudulenta y autoritaria''.

Venezuela con poder suficiente para confrontar la todopodersosa maquinaria chavista. Chávez aprovechará este tiempo para asestar un golpe final a la frágil y débil democracia venezolana'', puntualizó Fleischman, que es además profesor de la Universidad Florida Atlantic, en Boca Ratón.

Pero no todos piensan que Chávez ya actúa como un líder autoritario o dictatorial.

Para Larry Birns, director del Consejo de Asuntos Hemisféricos, aún no puede considerarse a Chávez como un dictador al estilo de Augusto Pinochet ya que las evidencias de que es un líder autoritario "deben profundizarse''.

"No creo que haya una evidencia sustancial y creíble que justifique la acusación de que Chávez está violando preceptos democráticos. Quizá está violando el espíritu de la ley, pero no la letra de la ley'', dijo Birns a El Nuevo Herald.

Desde diciembre del 2007, cuando perdió un referendo consultivo para modificar la constitución de 1999, el presidente Chávez ha radicalizado su llamada revolución socialista bolivariana.

Las medidas abarcaron desde un aumento de expropiaciones de empresas, terrenos y propiedades, hasta la persecución política a opositores utilizando el sistema judicial.

Pero desde las pasadas elecciones regionales, en las que la oposición obtuvo un total de cinco gobernaciones y la infuyente alcaldía mayor de Caracas con casi la mitad del total de los votos nacionales, Chávez ha apretado el acelerador de la revolución.

Contraviniendo una disposición expresa de la Constitución que garantiza de forma exclusiva a los gobernadores el manejo de puertos, aeropuertos y autopistas, ordenó que este tipo de infraestructura pasara a control del gobierno central, ordenando un enorme despliegue militar.

Al mismo tiempo, ordenó públicamente la apertura de juicios a importantes líderes opositores como el alcalde de Maracaibo y ex candidato presidencial Manuel Rosales, conminando públicamente a jueces y fiscales a actuar para castigar a sus oponentes.

Según la organización de defensa de los derechos humanos Venezuela Awareness, con sede en Miami, el gobierno mantiene a casi una treintena de presos políticos, incluyendo a varios en cárceles de alta seguridad.

Entre ellos destacan "periodistas como Leocenis García y José Rafael Ramírez, estudiantes como Raúl Díaz y empresarios como Eligio Cedeño, que llevan varios años detenidos ilegalmente; y un grupo de comisarios policiales recientemente condenados a 30 años de prisión, luego de un juicio que se prolongó ilegalmente por más de cinco años'', según reportó Venezuela Awareness.

El más reciente ataque a la oposición tuvo lugar esta semana, cuando la Asamblea Nacional, dominada por el chavismo, ordenó despojar de todos los recursos, infraestructura y personal, al alcalde metropolitano de Caracas, el opositor Antonio Ledezma, a pesar de que resultó electo por una mayoría de votos en las elecciones de noviembre pasado.

"De la descentralización se pasa a la centralización autoritaria'', indicó el profesor Agustín Blanco-Muñoz, académico de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y biógrafo de Chávez.

"Se toma puertos y aeropuertos, se le designa un poder paralelo al Alcalde Mayor, se niegan recursos y se quitan otros. Se lanza un cerco para quebrar toda posibilidad de una gestión aceptable'', afirmó el catedrático.

La decisión, según expertos, de lanzar los ataques contra la autoridad de gobernadores y alcaldes de oposición, supuso una violación abierta a artículos de la Constitución venezolana que garantizan la autonomía de gobiernos locales y regionales.

En un nuevo avance para modificar el sistema de justicia, la Asamblea Nacional podría aprobar una nueva Ley del Sistema de Justicia que obligue a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y a todos los jueces de Venezuela a presentar anualmente a los consejos comunales prochavistas, informes detallados de su gestión.

Esta ley "representa un grave riesgo a la independencia y la imparcialidad de todos los jueces'', advirtieron esta semana los miembros de la prestigiosa Academia de Ciencias Políticas y Sociales de Venezuela, que agrupa a los más importantes académicos y expertos de todo el país.

Según advirtió el profesor Blanco-Muñoz, Chávez en 10 años "ha ido desmantelando progresivamente todas las fuerzas que se le oponen'', y "aspira ya para el 2019 (si gana una nueva reelección en el 2012) haberle puesto las manos a más de la mitad del territorio nacional'' mediante expropiaciones.


El Nuevo Herald

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