Chávez en su discurso de este 13 de abril frente al Palacio de Miraflores en conmemoración del séptimo aniversario de su regreso al poder tras el golpe de estado.
WASHINGTON -- En América Latina, sólo en Colombia y Perú hay grupos terroristas en actividad, afirmó el jueves el Departamento de Estado en su informe anual sobre terrorismo que habría suavizado el lenguaje sobre Cuba y Venezuela, con los que el actual gobierno del presidente Barack Obama estaba buscando un acercamiento. Sin embargo, las respuestas críticas de ambos países llegaron rápidamente.
El reporte dijo que Venezuela seguía sin cooperar totalmente con Estados Unidos, y Cuba continuaba siendo un ‘‘estado que promueve el terrorismo'', pero en ninguno de los casos amplió con detalles.
Poco después, Cuba manifestó que Estados Unidos carece de ‘‘autoridad moral'' para hacer listas.
"En materia de terrorismo, el gobierno de Estados Unidos históricamente ha tenido un largo expediente'', afirmó el canciller Bruno Rodríguez, quien dijo que a lo largo de estos años Washington solapó acciones de Israel contra los países árabes o fue criticado por permitir las torturas.
A la Casa Blanca también se le critica de proteger al connotado anticastrista Luis Posada Carriles, acusado de cometer atentados contra civiles indefensos con bombas y de hacer explotar una aeronave civil en vuelo.
"A Estados Unidos no habría que reconocerle la menor autoridad moral y yo creo que nadie hace caso ni lee esos documentos'', agregó el funcionario.
También desde La Habana, donde participa de la cumbre de ministros del Grupo de los No Alineados, el canciller venezolano Nicolás Maduro se mostró contrario al informe.
"Un discurso que extiende la mano del cambio (el del presidente estadounidense Barack Obama), pero la verdad verdadera es la maquinaria imperial, que pretende dictarnos pautas, que pretende calificarnos a países soberanos'', dijo a periodistas.
"Venezuela no puede ser calificada'' por ningún organismo de Estados Unidos; "que primero atiendan los severos problemas que tienen en la economía, en su sociedad y su pobreza acumulada'', agregó Maduro.
En su informe anual sobre terrorismo en el mundo-2009, el Departamento de Estado dijo que la amenaza de un ataque terrorista transnacional "seguía siendo baja en la mayoría de países'' de la región, donde los pocos esfuerzos que han hecho sus gobiernos se vieron debilitados u obstruidos por corrupción, instituciones débiles, cooperación intersectorial ineficiente y carencia o presencia de leyes extremadamente débiles.
El informe fue difundido sin mayor anuncio debido a que básicamente contiene investigaciones del pasado gobierno del presidente George W. Bush, cuyas políticas en el campo del terrorismo están siendo modificadas por Obama. Este seguirá sin embargo preparándolos cada año, por mandato del Congreso, que usa el informe para el debate de política exterior.
Dice que en Perú, aunque el presidente Alberto Fujimori prácticamente "eliminó'' la organización Sendero Luminoso en los 90, ésta sigue teniendo remanentes que actúan ahora con narcotraficantes mientras buscan reagruparse en los valles del Alto Huallaga y del río Ene.
En el 2008, esos grupos ejecutaron 64 ataques terroristas en esas áreas matando por lo menos a 12 policías, cuatro civiles y 15 miembros de las fuerzas armadas.
Algunos países como Argentina, Colombia, Panamá, Paraguay, México y El Salvador hicieron "notables esfuerzos en la prevención y preparación'', pero otros carecieron de urgencia y resolución necesarias para enfrentar apropiadamente las deficiencias antiterroristas.
El informe dice que Colombia mantuvo y fortaleció su política de "seguridad democrática'', que combina esfuerzos militares, de inteligencia y operaciones policiales para desmovilizar a combatientes y restaurar el dominio de la autoridad en áreas previamente controladas por los grupos armados.
Destaca la forma en que los militares colombianos procedieron durante todo el año para desmantelar las operaciones de las FARC, la principal guerrilla, especialmente sus servicios de comunicación, así como la operación del 2 de julio en que fueron rescatados tres contratistas del Pentágono, un ex candidato presidencial y 11 colombianos, después de años de cautiverio.
Dice que en la Triple Frontera, los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay continuaron preocupados por el contrabando de armas y drogas, falsificación de documentos, lavado de dinero y fabricación y movimiento de bienes de contrabando.
Pero, afirma que Estados Unidos seguía sospechando que simpatizantes de los grupos terroristas Hamas y Jezbolá, del Medio Oriente, estaban emplazados en ese lugar con la intención de recolectar fondos para esos grupos.
Comenta que Ecuador ha respondido a las amenazas de grupos colombianos, pero se ha visto limitado por sus recursos y capacidades.
El gobierno del presidente Rafael Correa "a la vez que mantiene la tradicional neutralidad'' del país con respecto al conflicto colombiano, ha manifestado que se opone a los emplazamientos artillados de cualquier tipo en su frontera.
Sobre el presidente venezolano Hugo Chávez, el informe dice que la "simpatía ideológica'' del gobernante con las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) "limitaron la cooperación venezolana con Colombia en la lucha contra el terrorismo''.
Dijo que Chávez pidió en enero de 2008 el reconocimiento internacional de las FARC y ELN como fuerzas beligerantes, no grupos terroristas.
Indica también que Irán y Venezuela continuaron sus vuelos semanales entre Teherán y Damasco con Caracas, y que los pasajeros de esos vuelos "eran sometidos a controles de inmigración y aduana apenas de compromiso'' en el aeropuerto Simón Bolívar de la capital venezolana.
Al igual que en la última década, el reporte identificó a Irán como el principal estado que auspicia el terrorismo, al tratar de obstruir en las iniciativas de paz árabe-israelíes mediante el apoyo a grupos como Jezbolá, Hamas y la Yihad Islámica.
También desde Cuba, donde participa de la cita ministerial, el canciller iraní, Manuchehr Mottaky rechazó el informe del Departamento de Estado.
Según el funcionario luego de lo que la opinión publica y la comunidad internacional vieron de su admnistracion en Guantánamo, "Estados Unidos no tiene capacidad para dar acusaciones a otros países''. "El unilateralismo y el doble estándar de los Estados Unidos es conocido por todo el mundo'', agrego el funcionario, para quien, ya que los líderes en Wahington hablan de cambio, deberían modificar su actitud hacia el mundo.
El Nuevo Herald
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