lunes, 17 de septiembre de 2007

La "rebelión de los cabos" obligó a Chávez a rectificar sobre la GN

- Movimientos en Guárico conllevaron a cambios en los mandos

- El Frente Cívico Militar niega descontento y atribuye últimos movimientos en comandos a "que la orden general de cambio" estaba retrasada


En 1992, la rebelión fue de los comacates. En 2007, fue "la rebelión de los cabos". Así fue bautizado el supuesto movimiento de tropa de la Guardia Nacional que se suscitó en Guárico el viernes 16 de agosto, un día después de que el presidente Hugo Chávez presentara y consignara su propuesta de reforma constitucional, que, de aprobarse, implicará que el componente creado por Eleazar López Contreras en 1937 reciba el sacramento de la extremaunción.

La reacción del Gobierno fue inmediata, aunque silenciosa; sólo las medidas posteriores, como los cambios en los comandos claves, permitieron develar el misterio.

En primer lugar, ese viernes se reunió en Miraflores, hasta altas horas de la noche, el Alto Mando Militar.

Al día siguiente, Chávez incluso reveló parte de lo que se discutió en el encuentro, durante un acto del PSUV en el Poliedro: "He decidido no cambiar el nombre de la GN".

Es decir, excluiría la palabra "territorial" de la propuesta de reforma.

Ese acto del PSUV tenía, sin embargo, un carácter simbólico: la intención fue recordarle a la FAN que el pueblo lo apoyaba (al Presidente) y que cualquier intento de levantamiento sería repelido en las calles, precisó una fuente de la Asamblea Nacional que tuvo acceso a la información.

La segunda pista fueron los cambios de los mandos: de la 44 Brigada Blindada de Guárico, en San Juan de Los Morros, salió el general José Acosta Cárlez, quien fue comisionado a Puerto Nutrias, Barinas, con la orden de que fundara una unidad militar en el poblado fronterizo con Colombia. Presuntamente, el oficial había enviado sus quejas a instancias superiores. Al hermano del gobernador de Carabobo, Luis Felipe Acosta Carlez, lo reemplazó el general Elvis Sulbarán, durante un acto al que asistió el jefe del Comando Estratégico de la FAN, general de división Jesús González. El general Sulbarán comandó la 41 Brigada Blindada de Valencia.

La otra medida que tomó el Gobierno fue el traslado del ex edecán del Presidente (G/D) Cliver Alcalá Cordones, de la 11° Brigada de Infantería del Zulia para la Guarnición de Valencia.

"Se trató de movimientos claves", aseguraron fuentes castrenses. Hasta el pasado 5 de septiembre, Chávez removió a 13 comandantes de guarnición de los 24 que existen, según consta en la Gace ta Oficial No. 38.762.

No hay malestar

El Jefe del Estado decidió no cambiar el nombre de la Guardia Nacional. Héctor Herrera, coronel retirado de la GN y director del Frente Cívico Militar, negó enfáticamente que haya descontento en esa fuerza por el cambio de nombres y atribuciones.

Afirmó que el rumor fue creado por una campaña mediática que busca exacerbar los ánimos dentro de la FAN.

"Por desconocimiento de la institución se afirma que los cambios recientes en los Comandos Regionales y en las direcciones están vinculados a un supuesto malestar por el cambio de papel de la GN. La Orden General de Cambio estaba retrasada; los nombramientos siempre se hacen después del 4 de agosto, cuando la Guardia Nacional está de aniversario. A los CORE se mandaron a los mejores hombres", dijo.

Herrera insistió en que el mandatario presentó un proyecto para someterlo a un debate público y no una reforma taxativa. "Después de oír a los oficiales, Chávez decidió mantener el nombre de la GN, lo que demuestra que es un hombre que escucha y está atento a todo lo que sucede. No tiene intención de imponer nada".

"La propuesta busca crear una doctrina militar de avanzada, que genere mecanismos para hacer eficiente la defensa, el desarrollo y la seguridad del país. La reforma del artículo 328 de la Carta Magna, que establece a la FAB como un cuerpo patriótico popular y antiimperialista, resguarda los intereses del pueblo ante cualquier tipo de oligarquía", agregó el coronel retirado.

Estima que la reforma constitucional la fortalecerá, pues sus funciones se adecuarán a los nuevos tiempos.

Calma temporal

El politólogo y analista militar Ricardo Sucre duda de la creencia de Héctor Herrera: "Aunque el Presidente anunció que no se cambiará el nombre de la Guardia Nacional por el de Guardia Bolivariana, de igual modo el componente será minimizado. Para que no sea así habría que modificar los artículos de la propuesta y las disposiciones transitorias.

Se cambia el nombre, pero se mantiene el articulado. No hay cambio real; la estructura de fondo se mantiene. Dudo que en realidad se cambie el nombre. Tal vez se dijo por un momento, para calmar la situación de tensión que se generó", opinó.

Aseguró que la modificación del artículo 329 sobre la estructuración de los distintos cuerpos de tierra, mar y aire en unidades combinadas en guarnición propicia la interrelación de sus integrantes como individuos y la unificación de la doctrina y los criterios de enseñanza y aprendizaje.

Sucre sostiene que la Guardia Nacional desaparecerá como fuerza militar, pues, de acuerdo con la propuesta, podrá ser destinada a otros cuerpos e integrará la Policía Nacional. "Parece que la GN se transformará en un comodín".

Es obvio que los cambios proyectados para el componente "Se trata de una retirada táctica para evitar el descontento entre los oficiales, porque los militares son profesionales de carrera y la idea de que la Guardia será disuelta sin tener un destino fijo no les resultará, por decir lo menos, agradable."

"La GN es un cuerpo profesional, su personal hace una carrera. Se trata de un cuerpo en el que se ingresa no sólo para hacer el servicio militar. Sin embargo, este gobierno no puede permitirse tener un cuerpo profesional".

El politólogo recordó que los oficiales de la GN son los más conocidos del personal militar y los que más interactúan con la sociedad. También consideró un retroceso que el componente pase a integrar la Policía Nacional, pues uno de los avances en la discusión sobre el modelo policial era que se constituyera en un cuerpo de corte civil.

Enfatizó que es posible que Francisco Ameliach decidiera ser un puente entre los oficiales y Chávez para hacerle saber al Presidente el malestar que había generado la propuesta. "Es claro que en el Gobierno hay tendencias. El primer roce ocurrió cuando Ameliach hizo públicas sus diferencias con Müller Rojas, tras su inscripción en el PSUV".

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