Sin ánimo de hacer predicciones, el panorama que hasta ahora ha presentado la oposición con respecto a la propuesta de reforma de la Constitución, no resulta muy halagüeño. No es posible tampoco adelantar las reacciones de la población; aunque es de esperar que no concurra nuevamente a unas elecciones fraudulentas, y es que sin las modificaciones requeridas de las condiciones, sería una estupidez ir a legitimar la reforma constitucional del tirano.
Richard Blanco de ABP expresó: “Todos sabemos que el CNE cumple los designios del presidente de la República, hará todo lo posible y entregará todo lo necesario para decirle al Presidente Amén y para aprobar sin el voto de los venezolanos ésta reforma constitucional” (2001, 03-09-07). Si aceptamos esto como válido, razón tiene Chávez de calcular racionalmente que logrará su objetivo de pulverizar a la oposición, pues cuenta con el CNE y todas las demás instituciones del país.
Ante este cuadro, un sector de la oposición insiste en llevar nuevamente a la población a unas elecciones marcadas, y se muestra flojo e incompetente para plantear salidas alternativas. Es en este escenario, donde la vocación totalitaria de Hugo Chávez ha encontrado sus mejores victorias políticas, victorias que han sido avaladas por los disfraces de instituciones que hoy tiene el país, es decir, un determinado sector de la oposición, pretende continuar jugando a la democracia bajo un poder absoluto de agitación totalitaria donde la vida de los venezolanos tiene colores tenebrosos y sin salida, pues la reforma tiene como objetivo central la eternización del Chávez en el poder. Continuar avalando elecciones con instituciones controladas al servicio del régimen, es una política absurda y estúpida
Ante esta postura de un sector de la oposición, se me ocurre preguntar ¿Cuál es la novedad de esta nueva elección? ¿Qué ha cambiado desde el 15 de Agosto del 2004 hasta ahora? ¿Será acaso el control de la CANTV por parte del régimen? ¿Es posible ganarle unas elecciones al régimen con este CNE y el control absoluto de las otras instituciones, es decir, Fiscalia, TSJ, CGR, Defensoría del Pueblo, otras? Sin contar con los militares del Plan Republica ¿Es posible esperar que el CNE proclame una victoria de la oposición? Antes estas interrogantes hay que insistir, que la impotencia del venezolano ante el régimen, no puede ser canalizada solamente, a través de la convicción electoral. Soy un convencido que si no reaccionamos con la energía y el coraje necesario, el totalitarismo y su aparato de control social sepultará por un tiempo indefinido, el poco espacio de libertad individual que todavía nos queda.
Desafortunadamente, el régimen sólo está dejando espacio para la violencia, cuestión esta que se expresa en el incremento de los niveles delictivos, en el habla cada vez más grosera del venezolano común, en la agresión física y verbal de unos contra otros, en el deterioro moral y ético de la estructura administrativa del Estado, siendo emblemática la corrupción generalizada en PDVSA. La violencia se ha impuesto como la respuesta más inmediata ante las frustraciones y el descontento social. Las vicisitudes cotidianas, la incertidumbre ante un futuro difuso, la impotencia ante la pobreza perniciosa como única perspectiva cierta y la absoluta dependencia de los caprichos y extravagancias de un sujeto paranoico de poder, dueño del porvenir de todos los venezolanos, desemboca (a falta de un vehículo apropiado) en la generalización de la violencia.
Miguel Molero
Noticiero Digital
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