El haber asesorado y en algunos casos defendido a varios de los actuantes en los alzamientos del año 1992, muchos de los cuales han ejercido cargos en el actual gobierno, me ha permitido a través de todos estos años, con base en el expediente que revisé y anoté para mis archivos, realizar un análisis que ahora hago publico para que los lectores se puedan formular criterio sobre el presente y futuro de lo que se ha llamado falsamente proceso revolucionario bolivariano:
A raíz del rotundo fracaso obtenido por los frentes guerrilleros que operaban en Venezuela durante los años 60-70, se produjo un proyecto político, iniciado por el combatiente Douglas Bravo, donde se pretendía crear un frente militar de carrera con fundamento en las raíces históricas venezolanas, así como la captación o infiltración en las fuerzas armadas, en las que ya no se hablaría de Marx, sino se crearía el “marxismo bolivariano” y para ello contaban con las figuras históricas de Bolívar, Zamora y Rodríguez; es así, como a partir de 1971, comienza el ingreso de jóvenes con tendencias marxistas a los diversos institutos de formación militar y es en 1975, cuando egresan varios, insertos en algunas promociones como oficiales revolucionarios y socialistas, lo cual va gestando cierta unión profesional con raíces socialistas y luego, en 1983, después de 8 años de captaciones y adecuaciones se logra crear el grupo Armas, ideado por un oficial de la Aviación (Tcnel. W. Izarra); dicha agrupación no tuvo mucho éxito, pero era el primer paso de actividad socialista que se daba, no tuvo éxito, pero si quedaron algunos que posteriormente se unen al creado MBR-200 con base en el llamado “árbol de las 3 raíces”; es en esta época cuando comienzan a manifestarse algunos oficiales defensores de esa tendencia revolucionaria, uno de ellos lideró un alzamiento que, si bien fue un fracaso militar, dejó en el aire un por ahora… que tuvo sentido político, y le permitió en 1998 llegar al poder por vía plenamente democrática y legal, todo amparado por el sobreseimiento presidencial que lo llevó a la vida civil y le permitiría lanzarse como candidato, cosa que no hubiese podido hacer si hubiese sido sentenciado y luego aplicado lo que en Derecho se llama Indulto, facultad que tiene quien ejerza la primera magistratura, ya que el sobreseimiento es un perdón y el indulto solo elimina la pena.
A partir del año 1998 se trata de implantar un gobierno revolucionario con muchas contradicciones y conflictos internos; llegándose hasta abril del año 2002 cuando se trató de sustituir al Presidente, unos dicen que por presión militar como lo señaló un General, Jefe del Alto Mando al anunciar la renuncia del Presidente, quien sería relevado por el Vice-Presidente, persona a la que no se logró contactar o encontrar (posteriormente los órganos de inteligencia lo ubicaron en una zona del litoral llamada Oricao).
Conviene acotar que si el Jefe militar anunciante de aquella renuncia que todos vimos y oímos, no estaba diciendo u ocultando la verdad, era evidente que debió ser sancionado por estar incurso en los presuntos delitos militares de falsa alarma y cobardía (arts. 500 y 560 del Cod. Org. Justicia Militar) nunca se supo el final de aquella situación, pero en la confusión que luego unos llamaron vacío de poder y otros golpe de estado, surgió y se leyó un “decreto” que anulaba toda la organización vigente para el momento, respecto del cual debo expresar que al creador o redactor de tal mamarracho, si era abogado, debió anulársele el título y declarársele enemigo de los estados democráticos.
El movimiento llamado revolucionario, que tuvo su inicio en aquellos alzamientos del 4F y 27N, ha tenido muchas dificultades para instaurarse; cuando tomaron el poder por vía democrática en 1998, se inicia un señalamiento progresivo contra el llamado imperialismo, buscándose además, aplicar en América algo parecido a lo que Marx planteó para Europa, pero con el símbolo de la confrontación indoamericana, a lo cual se agregó después la herencia afrodescendiente.
En países como Perú, Ecuador, Nicaragua y Bolivia, la influencia indigenista es grande, no así en Venezuela, país que ha tenido una gran influencia y evolución con las inmigraciones italiana, española y portuguesa que permitieron crear con el autóctono, una personalidad mas distante de la característica de los países antes citados, con esto no quiero dejar fuera de consideración al sector indígena venezolano, pero es mucho menor en comparación con otros países latinoamericanos; considero que la única vía que pudiese debilitar al llamado imperialismo, sería la unidad ideológica en los países de Centro y Sur América.
Además, en nuestra patria todos hemos observado que se ha ido creando un odio y resentimiento que hoy mantiene separados a grandes sectores venezolanos, incluida la fuerza armada, a quien se le ha dado adoctrinamiento para poder adecuarla a la nueva estructura política del Estado.
Después de diez años en el poder, se comienza a experimentar la necesidad de un instrumento de mediación entre el gobierno y la comunidad, surgiendo o tratando de crearse un “partido oficial” con tendencia a ser admitido como el único en el país, creyéndose con esto que se podrá encuadrar a las masas en la línea de la revolución integral, al estilo predominante en Cuba; solo falta esperar… no creo que resulte.
Debo señalar que se utiliza muy mal la ayuda a países vecinos, se dan prestamos, se pagan y se condonan deudas, a cambio de, por lo menos, un respaldo en sus políticas anti-imperialistas e ideologizantes, pero se ha descuidado la satisfacción de las necesidades básicas del venezolano en general, se ha ignorado el crecimiento brutal de la inseguridad ciudadana, la cual ahora, después de diez años es cuando se trata de enfrentar, recuerdo que en una oportunidad, cuando comenzaba este gobierno, señalé a su líder que debía buscarse la forma de comprar, cambiar, adquirir o negociar el armamento ilegal en poder del pueblo, dándoles, dinero, bienes, alimentos, enseres, etc, pero no me hicieron caso; igual cuando señalé al hoy Presidente, durante su campaña electoral, que creara un ente para combatir la corrupción, que yo me ofrecía para ayudarle, solo obtuve como respuesta: “En mi gobierno no habrá corrupción…”
Pasó el tiempo y hoy notamos que lo mas importante en el País es la inseguridad creciente e incontrolada siendo el efecto mas dañino en los sectores humildes de los barrios; en cuanto a la compra de armas, el decir popular señala que muchas inversiones producen altas comisiones que han ido a cuentas en el extranjero sin que se investigue el por qué, agravado todo cuando vemos a una Contraloría y Fiscalía complacientes con el delito cometido, el cual se denuncia y nadie hace nada.
Puede observarse que se trata de implementar similitud con el régimen cubano, lo cual nunca podrá lograrse. Cuando Castro, Cienfuegos, Guevara y Faure Chaumont descendieron de la Sierra Maestra y del Escambray y tomaron el poder, no existía una verdadera fuerza armada institucional y se estaba deponiendo a una dictadura, lo cual facilitó el crear milicias y posteriormente darle forma a un ejército revolucionario.
En Venezuela hay una Institución militar añeja que mantiene principios fundamentales democráticos, insuflados después que se eliminó la última dictadura en el año 1958, sus valores y deberes están contenidos en la Constitución vigente y será muy difícil cambiarle esa forma de actuar y pensar, aunque se coloque en sus órganos direccionales a personajes manejables o cumplidores de ordenes sin siquiera pedir explicaciones.
Un caso a señalar es el silencio de los ministros de Defensa y otros altos integrantes cuando se coloca en la Unidades Militares y se ve en casi todas las escuelas o academias militares de los diversos componentes la expresión escrita “Patria, Socialismo o muerte”, ninguno de los ministros de la Defensa, ni miembros del Alto Mando tuvo la suficiente capacidad que les daba el grado y cargo que ostentaban, para señalar por lo menos, que el concepto socialista no está contenido en la Carta Magna y lo que debió señalarse como ejemplo debió ser: “¡Patria Democracia, o muerte…!”
Testigo de esto, debo señalar al General R. I. Baduel, quien desde los altos cargos desempeñados, nunca hizo oposición o critica a esos temas políticos; sucedió así, porque no hubo relación directa entre soles y testículos y además priva todavía el criterio de señalar como responsable a quien daba la orden, pasando por alto que todo militar debe cumplir lo ordenado por el superior, pero no esta exento de hacer el reclamo necesario para que quede constancia de salvar su responsabilidad en un hecho aparentemente irregular; no es como el dicho de que “el superior ordena y el subalterno obedece” en todas las situaciones que se presenten. Al parecer, algunos jefes militares o sus asesores no se han leído las normas que rigen la vida militar, no se las señalo aquí para, crearles la simple curiosidad de leerlas e interpretarlas, siguen dando lástima…
Apenas cuando se entra en el décimo año de este proceso, se lanza un decreto de amnistía, mezclada con indultos y sobreseimientos, que demuestran una intención discriminatoria para algunos casos, tal es el juicio que lleva tres años tratando de buscar la evidencia que pueda convertir en responsables, a unos Comisarios y varios agentes policiales, de tres muertes ocurridas durante la manifestación civil y pacífica del 11A, y hasta ahora no han podido inculparlos, no existen pruebas que puedan justificar tales detenciones; aconsejo a la Fiscalía ir hacia atrás e investigar quién dirigía o comandaba a los francotiradores que atacaban a los manifestantes que se aproximaban al Palacio, no deben olvidar que esa zona de seguridad es dirigida bajo la responsabilidad de la Casa Militar.
Nunca se sabrá la verdad de esos hechos mientras los casos vayan a manos inexpertas y de dudosa autonomía funcional.
Para finalizar, señalo algo que tuvo auge publicitario, como fue la solicitud de reconocimiento como grupo beligerante, para las fuerzas colombianas denominadas FARC y ELN, no podemos olvidar tan fácilmente lo sucedido en El Vallado, Los Totumitos, Boca de Grita, Cutufí, El Amparo y Cararabo; si bien no estoy de acuerdo en que se le cambie el status de guerrilla, por su trato inhumano y amenazante, que hasta hace huir a los pobladores para evitar represalias, sino por su vínculo probado hacia el narcotráfico y el secuestro en procura de dinero para su mantenimiento logístico.
Podría existir una buena intención, si se buscara que esos grupos irregulares alzados en armas, pongan en libertad a todos aquellos que están detenidos en campos selváticos, privados de su familia, mermada su salud y algunos hasta encadenados para asegurar que no puedan huir; esa situación de reflexión y cambio de opiniones sin utilizar el protagonismo político promocional, podría ser la base fuerte para el diálogo, y ya vimos como creció favorablemente la opinión pública al ver la entrega de dos damas y la recuperación de un niño, eso crea el criterio de que dando libertad a los detenidos por los grupos guerrilleros y por la parte contraria, perdonando o indultando a quienes hoy cumplen condena por pertenecer a esos cuadros insurgentes, habrá avance hacia la paz y convivencia en la hermana Colombia, ello podríamos verlo de inmediato, pero las partes y quienes funjan como mediadores de nuestro lado si los hubiere, deberán tener en mente que muchos venezolanos han sido víctimas del atropello guerrillero, para lograr éxito tendrán que ser moderados en la palabras usadas, así como reconocer errores y excesos cometidos, ya que la situación es muy delicada para el país base del conflicto, sin excluir a sus vecinos.
Este será un año difícil, pleno de luchas buscando resolver nuestro futuro, el primer paso ya fue dado el 2 de diciembre del 2007. Lo definitivo será el próximo 15 de febrero, en estos años el pueblo supo tomar conciencia y hará valer la vida democrática.