La defensa diplomática del país se basará en dos resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU para justificar el ataque al campamento de 'Raúl Reyes' en territorio ecuatoriano.
Las dos resoluciones, 1368 y 1373, de septiembre del 2001, dieron vía libre a la intervención militar de Estados Unidos en Afganistán para enfrentar la amenaza terrorista de Al Qaeda -que mantenía bases en este país bajo la complicidad del gobierno Talibán.
La sesión será hoy en la tarde en el Consejo Permanente de la OEA. Colombia será representada por su embajador ante el organismo, Camilo Ospina.
Comenzó en Ginebra
No fue casual que ayer el vicepresidente Francisco Santos invocara en Ginebra, ante el Séptimo Periodo de Sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la resolución 1373, que exige a los Estados compromisos vinculantes contra el terrorismo.
Explícitamente dice que "denieguen refugio a quienes financian, planifican o cometen actos de terrorismo e impidan que quienes financian, planifican, facilitan o cometen actos de terrorismo utilicen sus territorios respectivos para esos fines, en contra de otros Estados o de sus ciudadanos".
El Vicepresidente hizo alusión a la crisis con Ecuador y Venezuela y dijo: "en nuestro continente hay quienes incumplen intencionalmente este mandato obligatorio".
Tampoco fue gratuita la mención del canciller Fernando Araújo de la "legítima defensa" cuando explicó los acontecimientos del sábado. Colombia parece invocar el artículo 51 de la ONU, que se refiere a ese tema.
"Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un miembro de la ONU, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales", dice la Carta.
Ecuador va por una condena
Y mientras tanto, el Gobierno ecuatoriano, que ayer rompió oficialmente relaciones con Colombia, empujará hoy ante el Consejo Permanente, también a través de su embajador ante la OEA, Efrén Cocíos, una declaración de condena a nuestro país por "violación a la soberanía".
La misión del Embajador colombiano ante el organismo interamericano hoy es evitar que, ante una falta de acuerdo sobre los términos de una resolución o declaración, el caso se vaya al Consejo de Emergencia de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, lo cual debería ocurrir 48 horas después, jueves o viernes. Sería la primera vez desde la crisis de Haití, en 1993, que se convocaría la reunión de emergencia.
Por qué llevar el caso a la ONU
Ante la OEA, los argumentos de Colombia podrían no tener mucho chance, pues si bien este organismo ha establecido acuerdos de cooperación contra el terrorismo, no tiene postulados específicos sobre seguridad y defensa, como los tiene la ONU. Por eso es en este organismo donde podría encontrar más apoyo.
Ayer, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, urgió "moderación" y llamó a los tres países (Colombia, Venezuela y Ecuador) "para que compartan sus preocupaciones dentro del espíritu del diálogo y cooperación que ha caracterizado tradicionalmente sus relaciones".
Respaldo a Colombia en E.U.
Como era de esperarse, el Departamento de Estado dio respaldo a Colombia en su lucha "contra el terrorismo" y en su "derecho a responder" para defenderse de las Farc, pero al tiempo pidió un diálogo diplomático entre Colombia y Ecuador.
De paso, cuestionó la interferencia de Venezuela, que ayer expulsó de su país a los funcionarios de la embajada colombiana.
EL TIEMPO consultó en Washington la opinión de Roger Noriega, ex subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental (2003-2005), quien cree que E.U. debería comenzar a hablarle duro al Ejército venezolano y " dejarles claro a los militares que la relación fraternal de Chávez (o Correa) con las Farc es irresponsable y está causando esta confrontación", dijo.
Por su parte Bernie Aronson, también ex subsecretario de Estado para asuntos interamericanos, ve las reacciones de Caracas y Quito más asociadas a los problemas internos que atraviesan que a la muerte de ' Reyes' o la penetración de la frontera.
Y mientras el ambiente político seguía agitado, en las fronteras con Ecuador y Venezuela no se percibió aumento de tropas. Lo que sí aumentaron fueron las requisas a los pasajeros.
CON INFORMACIÓN DE SERGIO GÓMEZ, CORRESPONSAL EN WASHINGTON
El Tiempo, Colombia
http://www.eltiempo.com/politica/2008-03-04/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3985085.html
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