El director de la policía de Colombia, general Oscar Naranjo, reveló anoche que en tres computadores y documentos encontrados en el campamento del abatido jefe de las FARC "Raúl Reyes'' hay información que confirma una estrecha relación de la organización guerrillera con el ministro ecuatoriano de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, y con el gobierno de Hugo Chávez.
Según Naranjo, un mensaje electrónico del 18 de enero de "Raúl Reyes'' a sus colegas del Secretariado de las FARC indica que Larrea se habría reunido con jefes de esa organización y acordado destacar en puestos de mando de la frontera con Colombia a comandantes militares y policiales que no fueran hostiles a las FARC.
Según los primeros análisis de la información, Naranjo indicó que Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Ecuador son descritos como "países amigos'' de las FARC y pidió que Ecuador aclare las tomada de los computadores que lo involucra.
Minutos antes de la intervención de Naranjo en Bogotá, en Quito el presidente Rafael Correa rechazó las excusas que le acababa de presentar Colombia por la incursión armada del sábado en territorio amazónico de ese país y anunció la decisión de expulsar al embajador de Colombia en Quito, Carlos Holguín Molina.
De manera simultánea, el presidente Chávez ordenó cerrar su embajada en Bogotá y desplegar 10 batallones de tanques en la frontera con Colombia, así como unidades de la aviación militar.
En la nota de respuesta a Ecuador, Colombia sostiene que sus tropas se vieron obligadas a bombardear territorio ecuatoriano.
"Fue indispensable que las tropas colombianas ingresaran a territorio ecuatoriano para registrar el lugar desde donde recibieron disparos y al cual atacaron'', dijo anoche el canciller colombiano, Fernando Araújo, al leer la carta de respuesta a Correa.
Colombia se disculpó ante el gobierno de Ecuador por entrar a su territorio con helicópteros para registrar el lugar. Según la nota oficial, las fuerzas colombianos rescataron el cadáver de cadáver de "Raúl Reyes'', de otro guerrillero "y algunos elementos personales, al igual que abundante documentación y correspondencia del terrorista, y tres computadores'', expresa la nota colombiana.
El presidente Correa contestó que las excusas colombianas son "una burla'' insistió en que no hubo ataque alguno desde Ecuador y que la acción de Colombia fue una "masacre'' en la que no murieron 12 personas, como dijo Araújo, sino 20.
"No aceptaremos que a pretexto del combate a lo que ellos llamen terrorismo se impriman doctrinas de irrespeto a la soberanía de los estados'', dijo Correa.
El vicecanciller ecuatoriano José Valencia declaró ayer a los periodistas que "el embajador [Francisco] Suéscum ya no es parte del cuerpo diplomático. Está fuera de Bogotá''.
Valencia integró una comisión de funcionarios civiles y militares que ayer visitó el lugar bombardeado por la aviación militar colombiana y luego ocupado por varias horas el sábado en la mañana por tropas de este país.
No obstante, el retiro del embajador Suéscum, que llegó anoche a Quito, no es una "ruptura definitiva de relaciones diplomáticas'', dijo el vicecanciller, pues en Bogotá queda un encargado de negocios y las relaciones de los dos países se bajan de nivel.
El Nuevo Herald estableció que al cierre de esta edición la frontera colombo-ecuatoriana, de 2,200 kilómetros de extensión, permanecía en calma.
Tras calificar al presidente Uribe de "criminal, mafioso, paramilitar'' y jefe de un ‘‘narcogobierno'', Chávez pidió un minuto de silencio en homenaje a "Raúl Reyes'' y los ‘‘compatriotas muertos'' con él.
Describió a "Raúl Reyes'' de buen revolucionario y dijo que su muerte fue un "cobarde asesinato''.
Chávez agregó que Ecuador "está moviendo tropas hacia el norte. Correa cuenta con Venezuela para lo que sea, en cualquier circunstancia''.
"Nosotros no queremos guerra, pero no le vamos a permitir al imperio [Estados Unidos] ni a su cachorro que es el presidente [de Colombia, Alvaro] Uribe que nos vengan a debilitar'', sentenció Chávez.
Para Correa, Uribe "o estuvo mal informado o descaradamente le mintió al presidente de Ecuador. Vamos a ir hasta las últimas consecuencias para que se aclare este escandaloso hecho que es una agresión a nuestro territorio y a nuestra patria'', afirmó.
Correa alega que según inspecciones realizada en el lugar por la Cancillería y militares ecuatorianos, "no hubo ninguna persecución caliente'', sino que los 20 guerrilleros fueron ‘‘bombardeados y masacrados mientras dormían, utilizando tecnología de punta, seguramente con la colaboración de potencias extranjeras''.
La embajada de Estados Unidos en Bogotá ayer rehusó comentar sobre la operación, en la que de todas maneras las autoridades colombianas consiguieron su golpe más grande contra la FARC en 50 años.
Washington ofrecía $5 millones por la cabeza de "Raúl Reyes'' y ha suministrado a Colombia asistencia técnica, armamento, equipo de comunicaciones e información satelital para luchar contra las FARC, consideraras terroristas por Estados Unidos.
Corea reveló ayer que una patrulla del ejército encontró "15 cadáveres de guerrilleros, dos guerrilleras heridas en un campamento improvisado dentro del territorio ecuatoriano. [...] Los cadáveres estaban en pijama''.
Parte del malestar de Correa y sus ministros obedece a que las tropas colombianas entraron a Ecuador para retirar los restos de ‘'Raúl Reyes'' sin tener en cuenta que el levantamiento judicial de los cadáveres correspondía a las autoridades de Ecuador.
El ministro ecuatoriano Larrea dijo que se trata del "atentado más grave contra la soberanía ecuatoriana cometido por Colombia en lo que va de siglo''.
El ministro de Defensa de Ecuador, Wellington Sandoval, explicó que en el lugar de los hechos no había presencia militar ecuatoriana por ser "una zona muy recóndita en la selva. Es imposible tener tropas en toda la frontera''.
Por su parte, el presidente de Nicaragua, el sandinista Daniel Ortega, respaldó los alegatos de Chávez y al declarar que "al matar [a "Reyes''] también matan las posibilidades de alcanzar un acuerdo de paz.
Mientras Venezuela, Ecuador y Nicaragua protestaban por la acción armada colombiana, el presidente Uribe recibía manifestaciones de respaldo de los principales partidos y líderes políticos.
El opositor Polo Democrático Alternativo (PDA) le pidió a Chávez "serenarse y recapacitar'' sobre el cierre de su embajada y la militarización de la frontera.
Gustavo Gaviria, jefe del PDA, dijo: "Yo soy el presidente de un partido de oposición pero nosotros debemos tener presente que al Presidente lo eligieron los colombianos y que el Presidente no puede ser tratado de una manera tan irrespetuosa por otro jefe de Estado, mucho menos vecinos''.
El Nuevo Herald
http://www.elnuevoherald.com/167/story/169380.html
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