Los presidentes de Colombia, Ecuador y Venezuela acordaron superar la crisis en la región andina por una incursión militar colombiana a territorio ecuatoriano, luego de un intenso debate en el que intercambiaron acusaciones y quejas.
Alvaro Uribe, Rafael Correa y Hugo Chávez sellaron el pacto con un apretón de manos al término de la XX Cumbre del Grupo de Río, a propuesta del mandatario dominicano Leonel Fernández, anfitrión del encuentro.
A ellos se sumó el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, quien anunció que restablecía relaciones diplomáticas con el gobierno de Colombia.
"Con el compromiso de no agredir nunca más a un país hermano y el pedido de perdón, podemos dar por superado este gravísimo incidente'', dijo Correa, aunque no informó si eso significaba la reanudación de relaciones diplomáticas con Colombia.
El embajador ecuatoriano en República Dominicana, Carlos Manrique, dijo a la AP que aunque Correa no dijo que se restablecerán las relaciones, "de acuerdo al resultado, intuyo que eso va a ocurrir''. Consideró que entre lunes y martes se podría platicar al respecto.
Los ahora 21 países del Grupo de Río --se incorporó Haití-- aprobaron una declaración final sobre el conflicto en el que rechazaron la violación a la integridad territorial de Ecuador y tomaron nota "con satisfacción'' de las disculpas ofrecidas por Uribe y su compromiso de no repetir esas acciones.
En la declaración no se hizo ninguna condena a Colombia, como demandaban Correa y Chávez.
"Aquí todos quieren la paz, todos quieren contribuir'', dijo Fernández.
"Yo acepto lo que usted dice; yo no soy un hombre de odios personales'', señaló Uribe.
Por horas Ecuador y Colombia intercambiaron acusaciones en torno a la crisis diplomática derivada de una incursión militar colombiana a territorio ecuatoriano, mientras mandatarios latinoamericanos pedían que prevaleciera el multilateralismo y el diálogo.
El presidente de Honduras Manuel Zelaya resumió lo ocurrido diciendo que la República Dominicana "se ha convertido en la capital de la paz''.
Fernández, quien mantuvo durante toda la discusión un tono conciliatorio, elogió que a lo largo de la jornada, "de un tono apasionado y vehemente hemos avanzado hacia la racionalidad y la construcción de escenarios posibles''.
Uribe y Correa defendieron sus posiciones con firmeza, mientras intercambiaban recriminaciones y señalamientos, como el del mandatario colombiano de que una carta encontrada en el equipo decomisado a las FARC tras el ataque mostraban que esa guerrilla apoyó la campaña electoral del hoy presidente ecuatoriano.
"Carta de Raúl Reyes a Manuel Marulanda. En nota enviada al secretariado explico sobre la ayuda entregada a la campaña de Rafael Correa, de acuerdo con su instrucción. El coronel me anunció volverme a visitar las próximas semanas con la finalidad de explicarme los resultados electorales y la estrategia para la segunda vuelta'', leyó Uribe, quien denunció que Colombia ha sido blanco de 40 ataques desde la frontera ecuatoriana.
Correa rechazó que su gobierno colabore con las FARC y calificó las denuncias de Uribe como una "infamia'', aunque aceptó recibir la documentación de Colombia y prometió entregarla a la justicia y la oposición para que la analicen.
El presidente venezolano sostuvo que su país no quiere guerra sino la paz y que todo lo que había hecho en las últimas semanas era contribuir a la liberación de rehenes de las FARC.
Incluso, anunció que había recibido pruebas de vida de seis rehenes más de la guerrilla colombiana, incluido el suboficial del ejército colombiano Pablo Moncayo Cabrera, secuestrado el 21 de diciembre de 1997. En Caracas, el ministro de Interior Jorge Rodríguez Chacín dijo que tenía pruebas de vida de 10 cautivos.
Chávez aseguró que no había enviado dinero a las FARC ni lo hará, como supuestamente revelaba otra carta supuestamente sustraída de los computadores confiscados en el campamentos del jefe rebelde Raúl Reyes, muerto en el ataque del sábado, según la cual Venezuela habría enviado 300 millones de dólares al grupo.
Venezuela envió esta semana soldados a la frontera con Colombia, en lo que llamó una acción de defensa ante posibles agresiones. Interrogado al final de la cumbre si los retiraría, Chávez se limitó a decir: "Déjame llegar primero allá''. --
Los reporteros de The Associated Press Ramón Almánzar y José P. Monegro contribuyeron con este despacho.
El Nuevo Herald
http://www.elnuevoherald.com/167/story/171747.htmlUribe: Carta revela financiamiento de FARC a Correa
El presidente colombiano Alvaro Uribe pidió investigar una presunta carta, según la cual las FARC financiaron la campaña del hoy mandatario ecuatoriano Rafael Correa.De cara a Correa y ante mandatarios del Grupo de Río, Uribe dijo que una de las documentos encontradas en el equipo decomisado en un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano había uno del abatido Raúl Reyes al jefe máximo de ese grupo Manuel Marulanda en la que explica sobre apoyo a la campaña de Correa.
"Carta de Raúl Reyes a Manuel Marulanda. En nota enviada al secretariado explico sobre la ayuda entregada a la campaña de Rafael Correa, de acuerdo a su instrucción. El coronel me anunció volverme a visitar las próximas semanas con la finalidad de explicarme los resultados electorales y la estrategia para la segunda vuelta", leyó Uribe ante el mandatario ecuatoriano quien de la seriedad pasaba a una sonrisa irónica.
"Ellos aseguran que hubo fraude y se proponen denunciarlo una vez tengan las pruebas en manos", continuó el presidente colombiano.
Al terminar su intervención, el mandatario ecuatoriano pidió la palabra para rebatir las alusiones directas en su contra. "Rechazo esa infamia de que el gobierno de Rafael Correa ha colaborado con las FARC", sostuvo.
"Las mentiras se derrumban por sí solas", añadió y propuso la creación de una fuerza internacional de paz para controlar la frontera sur de Colombia, que a su juicio no hace el gobierno de Uribe.
Correa también ofreció investigar todo lo denunciado por Uribe, quien leyó varias cartas que hablaban de supuestos emisarios del gobierno ecuatoriano en reuniones con jefes rebeldes.
El audio del discurso de Correa fue removido en la sala de prensa, a diferencia del de Uribe que se escuchó completo sin interrupciones.
En su discurso, Uribe también dijo que no le informó del operativo planeado contra las FARC porque el gobierno ecuatoriano no coopera en la lucha contra el terrorismo.
"Yo reconozco que no le informé del operativo, reconozco que no le informé del operativo por una razón de menos peso y por otra de más peso: la de más peso es que no le informe del operativo porque era el sexto operativo contra Raúl Reyes", dijo Uribe a los presidentes que asisten a la XX Cumbre del Grupo de Río y que buscan contribuir a resolver una crisis de casi una semana.
"Esos operativos no lo sabe si se pueden dar o no, finalmente habíamos fracasado en los cinco anteriores operativos; y segundo, no le informé del operativo porque no hemos tenido cooperación del gobierno del presidente Correa en la lucha contra el terrorismo", añadió el gobernante.
Ambos mandatarios escenificaron un breve altercado de la intervención del colombiano.
"¡Cálmese, cálmese!", dijo Correa a un Uribe que le pedía no imprimirle a sus palabras "ese cinismo nostálgico del comunismo".
La XX Cumbre del Grupo de Río se inauguró con la presencia de once presidentes, y por primera vez desde el inicio de la crisis se sentaron en una misma mesa Correa, Uribe y el venezolano Hugo Chávez, quien también se metió en un conflicto con Colombia por el operativo contra las FARC.
Otros mandatarios comenzaron a intervenir, como el mexicano Felipe Calderón quien llamó a dejar de lado los "adjetivos" para poder avanzar en una solución.
El presidente guatemalteco, Alvaro Colom, propuso crear una comisión especial inmediata que visite Ecuador y Colombia, la cual estaría integrada por ex presidentes que hayan tenido relación con procesos de paz y conciliaciones.
Momentos antes de la inauguración, Chávez dijo a periodistas que era el momento de "irse enfriando" y que los nervios en torno a la crisis con Colombia deben comenzar a templarse.
Poco después, Uribe aseguró a periodistas que "nuestro problema es exclusivamente con el grupo terrorista de las FARC".
Venezuela y Ecuador entraron en la última semana en una dura disputa diplomática con Colombia, por una incursión de su ejército a territorio ecuatoriano para atacar una base de las FARC, en la que murió el líder guerrillero Raúl Reyes y otros 24 presuntos guerrilleros.
El Grupo de Río está formado por 20 países y sólo faltaba que el viernes los presidentes ratifiquen la entrada de Haití para que se amplíe a 21.
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El reportero de The Associated Press en Santo Domingo, Ramón Almánzar, contribuyó con este despacho.
http://www.elnuevoherald.com/256/story/171830.htmlEntrevista AP: Ex rehén habla de cautiverio de 3 estadounidenses
El ex senador Luis Eladio Pérez, liberado en febrero tras seis años de cautiverio, reveló el jueves detalles desconocidos sobre cómo fue el accidente aéreo en 2003 en que cayeron retenidos por las FARC tres contratistas estadounidenses, y dijo que ellos están entristecidos por lo que consideran un abandono de sus propias familias y de WashingtonPérez dijo también que trabaja en una propuesta que podría facilitar la liberación de al menos otros 40 secuestrados en manos de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y sobre la cual ya ha conversado con el presidente Alvaro Uribe, y el mandatario venezolano, Hugo Chávez.
Señaló que además desea presentar su iniciativa al presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, para lo cual ya gestiona en la embajada francesa en Bogotá un viaje a París, sin fecha aún.
En una entrevista en las oficinas de la AP, Pérez señaló que revelará los detalles solamente hasta que haya presentado su idea a todos las partes.
El ex senador, de 55 años, fue secuestrado el 10 de junio de 2001 cerca de Ipiales, en el departamento de Nariño y a 585 kilómetros al suroeste de Bogotá, cuando dijo iba a recuperar la camioneta oficial del congreso en que se transportaba y le habían robado un día antes.
"'Senador, los comandantes quieren hablar con usted'. Pasaron siete años y nunca hablé con ellos", dijo Pérez refiriéndose a que durante todo su cautiverio nunca habló con algunos de los siete miembros del secretariado o jefatura de las guerrillas, aunque él y otros ex congresistas secuestrados lo solicitaron en varias oportunidades.
Tras dos primeros años de secuestro en los que estuvo solo sin más compañía que rebeldes que tenían instrucciones de no dirigirle la palabra, al punto "que ya hablaba con los árboles", las FARC lo unieron a otro grupo de secuestrados y los últimos seis meses de cautiverio los pasó con los estadounidenses Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell, retenidos por las FARC el 13 de febrero del 2003.
Tras cinco años de cautiverio, los tres estadounidenses ahora hablan español, aprendido con la jerga de los rebeldes y un lenguaje lleno de palabras soeces. Hacen ejercicio, juegan ajedrez y uno de ellos, Marc Gonsalves, de 35 años, escribe un diario.
"Ellos (los tres estadounidenses) no sienten que haya un compromiso de su país por ellos, se sienten como relegados...la angustia desde le punto de vista ellos saber si las familias los abandonaron", dijo Pérez, liberado el 27 de febrero último junto a otros tres ex congresistas colombianos.
Dejó atrás noches en que durmió encadenado por el cuello con Howes, de 54 años, y de quien dice sufre constantes dolores de cabeza debido a un golpe recibido en el accidente aéreo tras el cual fue retenido.
El ex senador aseguró que la historia de la caída de la nave, la retención y los primeros días de cautiverio de los tres estadounidenses "es una vaina de película (del director cinematográfico) Oliver Stone".
Según el ex senador, citando la narración de los tres cautivos, Gonsalves, Howes, Stansell, junto al también piloto norteamericano, Thomas Jannis y el sargento del ejército colombiano Luis Cruz, cargaron combustible y salieron de una base militar colombiana del extremo sur del país para una misión de reconocimiento aéreo sobre cultivos de drogas.
En pleno vuelo, el motor se apagó o recibió un tiro, dice Pérez asegurando que Howes, que iba de copiloto no está seguro exactamente de lo que pasó.
Sólo sabe que el piloto Jannis logró planear, mientras Stansell, por la radio, avisaba a la embajada estadounidense en Bogotá y al Comando Sur estadounidense en Miami, de los problemas del avión.
"Vamos a caer, vamos a caer", decía Stansell por la radio.
La nave aterrizó en un pequeño claro en medio de la selva, con los ocupantes de la nave sufriendo golpes y aporreos, sobre todo Howes, a quien el impacto le dejó una cicatriz en el rostro, en aquel momento bañado en sangre, haciendo creer a sus compañeros que estaba muerto.
Pero lograron recomponerse y Keith abrió la puerta de la nave: "¡Plum, ahí la guerrilla (les dice) '¡bienvenidos!'", dijo Pérez.
"Cayeron en un campamento de la guerrilla, cayeron donde los guerrilleros lavaban la ropa...estaban ahí, la misma guerrilla decía 'esto fue bendición del cielo'" de tener oportunidad de retener a estadounidenses, dijo el ex senador.
En un momento de aparente descuido de los rebeldes, el piloto Jannis y el sargento colombiano Cruz salieron corriendo en medio de la selva y la guerrilla "¡pum, pum, pum! los matan ahí", contó Pérez.
Quedaron Gonsalves, Howes y Stansell, a quienes entonces los rebeldes desnudaron, quitaron los zapatos e hicieron correr entre la maleza para escapar de los helicópteros militares que llegaron desde la base castrense al sitio del accidente cinco o 10 minutos después de la caída de la nave y debido al aviso dado por Stansell, de 43 años, por radio.
En "el desespero, corriendo, corriendo y la guerrilla (les decía a los tres norteamericanos) 'dele...dele...dele', disparándoles, echándoles bala cerca a sus pies. La historia de ellos es increíble", dijo Pérez asegurando que esa huida de los rebeldes y sus tres cautivos se extendió por tres o cuatro días, hasta llegar a un campamento y ya con ropa y zapatos suministrados por los rebeldes en la primera noche.
Ahora, dice Pérez, los tres estadounidenses "se están muriendo de la angustia" por que "no tienen ningún respaldo de su gobierno...ni mucho menos un estímulo de su familia....Ellos están en una situación bastante, bastante, grave...necesitamos ayudarles. Hay que apoyarlos, hay que darles estímulos".
The Associated PressEl Nuevo Herald
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