Policías observan los daños que dejó el estallido de un coche bomba en Cali, Colombia, el lunes 1 de septiembre de 2008.
El Ministerio de Defensa de Colombia ordenó el lunes el refuerzo de la seguridad en Cali, Medellín y Bogotá para prevenir nuevos atentados que las FARC en venganza por los golpes que las autoridades les han propinado este año.
Uno de esos ataques fue la explosión en la madrugada del lunes de un taxi con 90 kilos de explosivos, que explotó frente al Palacio de Justicia de Cali.
El alcalde de esa ciudad, Jorge Iván Ospina, declaró a los periodistas que "lo ocurrido es muy doloroso porque los afectados son en su mayoría civiles inocentes. Fue un atentado cobarde''.
Los muertos del lunes en Cali fueron tres indigentes que acostumbraban dormir a las puertas del Palacio de Justicia, un taxista y un transeúnte que pasaban por el lugar. Una mujer murió víctima de una bala supuestamente disparada por la policía para ahuyentar a saqueadores que llegaron rápidamente al lugar del atentado.
Al menos 26 personas más, entre ellas un policía, resultaron heridas y fueron atendidas en hospitales de la ciudad.
La onda expansiva destruyó comercios, viviendas y oficinas en cuatro manzanas. El carro bomba dejó un cráter de cinco metros de diámetro y uno y medio de profundidad, informaron las autoridades.
"Hay indicios claros que fueron las FARC'', declaró el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quien llegó a Cali del lunes por la mañana para evaluar los daños y coordinar las investigaciones.
Santos anunció una recompensa de $200,000 a cambio de información que permita encontrar a los responsables.
Esperanza Delgado, presidenta del sindicato de empleados judiciales de Cali, pidió que el gobierno investigue a fondo el atentado, que según ella tenía por objetivo "el Palacio de Justicia de Cali''.
Delgado agregó que la columna ‘Manuel Cepeda Vargas'' de las FARC, liderada por Carlos Hernán Zapata, alias "Narices'', habría realizado el atentado.
"Es un atentado complejo, porque allí, en el Palacio, se llevan los procesos contra la delincuencia común, paramilitares, guerrilleros y narcotraficantes'', declaró Delgado. "Nosotros habíamos denunciado desde hace tiempo la falta de presencia permanente de la policía, pero nadie nos prestó atención, ni el ex comandante de la Policía Metropolitana, general Luis Alberto Moore'', añadió.
El ataque del lunes ocurrió un año y cuatro meses después del último atentado de envergadura de las FARC en Cali. El 9 de abril del 2007 las guerrillas destruyeron la sede del Comando de la Policía Metropolitana con un carro bomba que dejó un saldo de un policía muerto y 21 heridos graves.
Desde marzo presuntos miembros de las FARC han cometido seis atentados dinamiteros de mediano poder en Bogotá. Cuatro fueron represalias contra comerciantes que se negaban a pagar "cuotas mensuales de apoyo''. Otros dos fueron contra dos estaciones menores de policía en zonas de tugurios.
Todas las unidades urbanas y rurales de las FARC se han replegado ante el avance de la fuerza pública y la guerrilla se ha dedicado a lanzar ataques de este tipo.
En febrero pasado las FARC cometieron un atentado de grandes proporciones en Buenaventura, principal puerto marítimo sobre el Pacífico, que además de cuantiosos daños materiales dejó un muerto y ocho heridos.
Las FARC han rechazado este año varios llamados al diálogo por parte del gobierno y otros países.
"El Gobierno Nacional y los representantes de las altas corporaciones judiciales estarán juntos para consolidar las instituciones, preservar la vida, honra y bienes de los ciudadanos y responder con todos los instrumentos legales y constitucionales en defensa de la democracia'', aseguró un comunicado emitido del lunes por la Presidencia de la República.
Al cierre de este edición se esperaba que el presidente Alvaro Uribe llegara a Cali para presidir un consejo de seguridad con las autoridades locales.
Los organismos de seguridad de Colombia presumen que las FARC planean cometer más ataques terroristas pues la organización ha amenazado con una escalada de violencia en represalia por el rescate del grupo de secuestrados que incluyó a Ingrid Betancourt.
El 2008 ha sido el año en que mayores golpes han recibido las FARC a lo largo de su historia de casi medio siglo. Además de la operación que liberó a los secuestrados, dos líderes de la cúpula eliminados --‘‘Raúl Reyes'' y "José Antonio Losada''-- y el jefe histórico de la organización, alias "Tirofijo'', quien se afirma que murió de un ataque cardíaco.
El jueves en la noche, el canal de televisión venezolano Telesur trasmitirá una entrevista con el líder de las FARC alias "Iván Márquez'', quien, de acuerdo con adelantos entregados en Caracas, dirá que "la lucha armada no está en cuestión'' y que la guerrilla buscará una solución pacífica a la guerra civil actual con un gobierno distinto al de Uribe. "Con Uribe la paz no es más que una quimera. La solución política al conflicto sólo es posible con otro gobierno'', subrayó "Márquez'', de acuerdo con Telesur.
El Nuevo Herald
http://www.elnuevoherald.com/167/story/275896.html
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