jueves, 8 de mayo de 2008

Contradicciones revolucionarias

Chávez, el lujo que derrocha, con el abuso del que hace gala sin importar lo que cueste


¿Por qué si la revolución es tan buena, no se radican en Cuba, pero no como invitados de Fidel, sino como ciudadanos comunes?


Hace algunos días recibí el mensaje, ¿Por qué deben huir los herederos?, trataba específicamente de los herederos de quienes han mantenido un gobierno dictatorial en Cuba, es decir los Castro. El mensaje venia acompañado de un comentario “Me no comprender”.

Con mucha razón, el mensaje se refería a que los herederos no tenían amenaza una ni adentro, ni afuera de Cuba. No hay conspiraciones internas o externas que pongan en peligro sus vidas, ni los privilegios de los que disfrutan desde que sus tiránicos padres se apoderaron de la isla.

El mensaje es amplio al describir el presente imperial en el que viven los descendientes de los Castro, y, el futuro de ensueño que los espera. Resulta pues, que los afortunados herederos se han educado en las mejores universidades europeas. Es en el viejo continente en donde viven y trabajan. Es donde hacen vida social con miembros de la “alta sociedad’. Se visten de firma, asisten sin preocuparse por precios a los mejores sitios.

Vemos aquí la primera contradicción. El estilo de vida de los herederos, así como el de sus ascendientes, es muy disímil al de los humildes pobladores de la isla, quienes solo ganan el equivalente a mensuales, están sujetos a una tarjeta de racionamiento y consideran como una “gran conquista” el que se les vaya a permitir acercarse a los hoteles turísticos.

La segunda contradicción se refiere a que los herederos si estudian para tener acceso a una mejor vida, adquirir el conocimiento que les parezca, tener acceso a toda la tecnología que les convenga y a los centros de conocimiento. Mientras que el sufrido pueblo cubano, estudia de acuerdo a los cánones revolucionarios, para quedarse exactamente en el mismo lugar que por diseño revolucionario les fue definido desde antes de nacer.

Los hijos y nietos de Fidel, se radicaron en el extranjero, pueden entrar y salir a gusto de la isla de la que es dueño su padre- abuelo cuando les parezca, no tiene que utilizar una balsa, enfrentar tiburones y mal tiempo. Rogar por un pasaporte, ni un permiso de salida. Simplemente ese es su “derecho”. Realmente es una contradicción cuando los observadores comunes vemos el problema de los balseros cubanos que huyen de su Cuba natal exponiéndose a todo, con tal de tener acceso a una mejor vida.

Muy cierto es que los hijos y mucho menos pueden ser culpados de los errores de sus padres. Pero en este caso los hijos y nietos de los Castro son todos adultos, con una excelente formación profesional. Es decir son lo suficientemente inteligentes para darse cuenta de la diferencia abismal entre lo que predican sus antecesores y la practica contraria a la predica. Contrariedad de la que ellos son una muy buena representación.

Lo peor de todo este cuento, es que todos aquellos intelectuales, miembros del jet set, izquierditas revolucionarios que gozan del “privilegio” de la amistad de los Castro, sienten que son parte de la “revolución” por el simple hecho de la amistad. Parecen ciegos y sordos a lo que ha estado a la vista desde hace medio siglo. Admiran al dictador y a su obra, pregonan la revolución castro comunista. Otra contradicción, pregunto porque si la revolución es tan buena, no se radican en Cuba, pero no como invitados de Fidel, sino como ciudadanos comunes, de los que viven en los cascarones viejos y derruidos de La Habana, pasando hambre y necesidad.

Cabe preguntar ¿Dónde queda el rigor revolucionario? Porque los descendientes de los Castro no fueron a Angola, ni a otras guerras y batallas? ¿Por qué viven como millonarios imperialistas, si son comunistas? ¿Por qué tanta diferencia con el estandar del hambreado y sometido pueblo cubano?

Lo mismo sucederá en Venezuela, en la que todo se olvida a conveniencia. En donde vemos que la familia Chávez, es la nueva monarquía. En donde vemos que existe una nueva camarilla que se ha transformado en los nuevos “Amos de Valle”, a los que tanto odian, pero que muy bien tratan de imitar. Esta es una contradicción del Socialismo del Siglo XXI, de la “Revolución Bonita”. El propio Hugo es una contradicción, queda demostrado con el lujo que derrocha, con el abuso del que hace gala sin importar lo que cueste. Con la vista gorda ante el enriquecimiento grosero de su familia.

Nadie habla de venganza, pero si de contradicción evidente, si de justicia. Perdonar sin que se haya hecho justicia es darle vara alta a la impunidad. ¡En fin estas son las contradicciones evidentes de las revoluciones comunistas!



Mercedes Montero

Diario de América
http://www.diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=3895

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