Demasiado grande es la responsabilidad que tienen que asumir los dirigentes políticos en los próximos meses. Ellos tienen que entender que la multitud pide a gritos que gentes diferentes a las que hasta ahora nos han dirigido, se encarguen de las gobernaciones y de las alcaldías. No obstante estar seguro de que muchos de los que hoy aspiran a convertirse en gobernadores y alcaldes los sentimos sinceros y llenos de buena voluntad, creemos que eso no es suficiente para conquistar el favor de los electores, pues hace falta convencer y motivar a las masas, por lo que es menester que caras e ideas renovadoras sean las que se promuevan.
Está a la vista que el pueblo desea salir de esta revolución empobrecedora, pero además, y lo que es mejor, sentimos que las condiciones están dadas. Quizás por primera vez en diez años todos los sondeos de opinión indican que el chavismo es minoría -aunque importante- frente a los que demandan un nuevo modelo de gobierno, pero si desde la oposición no se envía un mensaje claro de unidad, esto es, que una sola opción opositora se enfrente al candidato del oficialismo, la minoría oficialista continuará llevando las riendas de los estados y de los municipios.
Enriquecimiento con salvoconducto
No tenemos por qué dudar que el chavismo se está desmoronando. Ni ellos mismos creen en la franqueza del líder de la revolución. Lo observan como un alcahuete de sus incondicionales. Por ejemplo, en el Estado Barinas cayó muy mal el envío de su hermano Adán para que resolviera el aprieto que tienen sus otros hermanos. Recordemos: se les acusa de graves delitos contemplados en la Ley Contra la Corrupción. El chavismo de hoy quedó para eso. Ya no es revolución (nunca lo ha sido), es simple y llanamente patente de corzo para delinquir. Si eres leal al Presidente y a sus más allegados, tendrás un salvoconducto para lucrarte del erario público; no te pasará nada. No denunciar es lo mejor que pueden hacer los chavistas; si lo hacen, perderán la gracia del jefe.
Viva la unidad
Ayer, acá en Carabobo, en el Colegio de Abogados, asistimos a un importante evento promovido por la organización Carabobeños por la Gobernabilidad Democrática. La finalidad que motiva a esta organización es precisamente promover la unidad. Celebramos que casi todos los hombres y mujeres que han puesto a rodar su nombre como posibles candidatos a la gobernación y a las distintas alcaldías de los municipios carabobeños, se hayan dado cita. Estuvieron presentes, entre otros, Enzo Scarano, Rafael Enrique Casal, Ricardo Maldonado, Miguel Cochiola, Miguel González Chejade, Elis Mercado, Argenis Ecarri, Angelo Mandolfo, Régulo Lugo, Lucio Herrera, Antonio Ecarri, Francisco Pérez Lugo y Dilia Sayago de Moreno. Aunque nuestro amigo Jesús Gánem Arenas, promotor de la candidatura de Henrique Fernando Salas Feo, nos dijo que él (el pollo) no se encontraba en el país, ya que de lo contrario se hubiese hecho presente, notamos la triste ausencia de los que junto al “pollo” firmaron un anterior pacto (Amazonia). Me refiero a Elías Aldana (Guacara) y a Ylidio Abreu (Puerto Cabello). Insisto, si no hay unidad en la oposición, tendremos a Chávez y a sus secuaces para rato.
Guillermo Manosalva y Tulio Hidalgo Vitale expusieron lo que pudiéramos denominar la misión y visión de la agrupación Carabobeños por la Gobernabilidad Democrática. El profesor Jesús Villarreal, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo, hizo una radiografía de la situación carabobeña. No se equivocó al afirmar que en Carabobo gobiernan los militares y, por lo tanto, necesitamos virar a la civilidad. Al finalizar las intervenciones de los precandidatos, algunas buenas y otras insulsas, tomó la palabra el dirigente del partido Podemos, Carlos García, quien con una extraordinaria demostración de sus facultades oratorias explicó la actuación que tuvo su partido durante el referéndum constitucional del 2D. Hoy, creemos que nuevamente Podemos continuará siendo un factor importantísimo para construir la unidad carabobeña. De eso se trata, todos son necesarios. A todos hay que escucharlos, ya que es con el concurso de todos como puede edificarse un mejor país, un mejor estado o un mejor municipio. Bien lejos con aquellas individualidades autosuficientes. Esperemos que los que hoy son precandidatos, dentro de algunos días, cuando se develen los resultados de las encuestas, se conviertan en militantes activos de la candidatura que encarnará la mejor opción para representar a la oposición para la gobernación del estado como para las distintas alcaldías. ¡Que así sea!
Entrevista fallida y devastadora
Después de haber conversado con una de las periodistas del diario El Periódico, no nos quedan otras palabras sino la de solidarizarme con los que laboran en ese diario.
Aunque es común que en la Venezuela de hoy se perciba una especie de defensa automática con todos los periodistas, es necesario que se reflexione antes de tomar posiciones. A veces sin saber si es cierto o falso lo que algunos de ellos digan, los apoyamos. Es más, siempre y cuando hablen mal del gobierno ya es suficiente para darles la razón y considerar como veraz esa información. Digo esto porque desde el mismo momento en que escuché que a un periodista lo había detenido la Policía del Estado Carabobo, comencé a hacerle seguimiento a la noticia. Todo me pareció muy extraño. No entendía cuál era la intención del gobierno de Carabobo en practicar ese tipo de detenciones. Ni tampoco el porqué se iba a detener a un periodista que supuestamente le realizaría una entrevista al dueño de El Periódico que, sabemos, es un personaje muy cercano al gobernador Acosta Carles. No sé, presumí que algo extraño estaba pasando.
A pesar de estar convencido de que debemos sustituir al gobernador de Carabobo por alguien que tenga mejor voluntad para que las condiciones de vida del carabobeño mejoren, no tengo dudas de que con el caso del periodista preso (hasta el momento de escribir esta nota), el gobernador no ha actuado con insidia. Tampoco creo que le hayan aplicado electricidad al detenido. No seré yo el que defienda al gobierno de Carabobo, pues él tendrá sus abogados y sus defensores naturales. Sólo quiero significar que logramos más hablando con la verdad que mintiendo compulsivamente. No recuerdo en qué otro caso, pero en éste, el general Luis Felipe Acosta Carles no es el mentiroso compulsivo. Es otro.
Plan separatista
Ayer el presidente Hugo Chávez, en una suerte de extrapolación de la paliza que nos imaginamos recibió su discípulo Evo Morales allá en Bolivia, anunció que también la oposición venezolana tiene un plan separatista que piensa llevar a cabo tras ganar diversas gobernaciones y alcaldías en las elecciones regionales de noviembre.
Ese plan no existe en Venezuela. El venezolano lo que ansía intensamente es conquistar esas gobernaciones y esas alcaldías para luego alcanzar la presidencia de la república. Nunca para separarnos. Al contrario, para unir a Venezuela, y que los recursos se inviertan en provecho de nuestro pueblo y se acabe de una vez por todas esa repartición de la riqueza de nuestro país para financiar revoluciones en otras naciones.
Pablo Aure
El Carabobeño
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