Barack Obama junto a su hermano mayor, Malik Obama (en el medio)
Todo lo que Obama hace es ambivalente. Es negro y es blanco, es indonesio y es estadounidense, es musulmán y es cristiano. Saca a flote lo que le conviene, cuando le conviene. Por eso será que habla tanto de cambio, él lo hace con la facilidad del camaleón, ajustándose a las circunstancias.
El jefe de la Nación del Islam, Louis Farrakhan, conocido como el “Hitler Negro” por sus comentarios racistas, dijo que Barack Obama “es la esperanza del mundo entero”. El portavoz oficial de Obama, Bill Burton, inmediatamente replicó que su candidato objeta los comentarios hechos alguna vez por Farrakhan, y no le solicitó su apoyo.
Obama está tratando de alejarse de todos los que fueron sus mentores y compañeros, buscando ocultar su controversial pasado y verdadera identidad islámica. Lamentablemente, para lograrlo tendría que hacer desaparecer a todos sus familiares y amigos de infancia.
Barack Hussein Obama fue un musulmán devoto, hijo de un musulmán devoto, hijo adoptivo de un musulmán devoto, y el nieto de un musulmán devoto, cuyo nombre Hussein fue heredado por él.
Se inscribió en el colegio como musulmán, y demostró su habilidad para loar a Alá con impresionante acento árabe, aún siendo adulto. Su cristianismo es pura cobertura para cumplir su sueño dorado de llegar a Presidente de los Estados Unidos. Ambición que nutre desde niño. Las evidencias rescatadas por el periodista Reuven Koret, son significativas, porque revelan la cara escondida del gran mentiroso y eximio actor: Barack Hussein Obama.
Todos los niños en Indonesia están obligados a aprender la religión islámica, lo que implica estudiar y recitar los versos del Corán. De acuerdo a Tine Hahiyary una de las maestras de Obama y directora de su colegio desde 1971 a 1989, Obama participó activamente de las clases sobre islamismo. Estudió “mengaji”, el recitado del Corán en árabe en vez de en la lengua local, costumbre practicada únicamente por los más fervorosos musulmanes.
Los que manejan la campaña de Obama dijeron al L.A. Times, que él no era un “musulmán practicante”. Su website oficial dice: “Obama nunca fue musulmán y es un cristiano comprometido”. Lo que fue desmentido por sus propios compañeros de clase, que además acotaron que todos los parientes de Obama eran fieles musulmanes.
Todos los que lo conocieron en Yakarta confirman que vestía como musulmán y que sólo cuando se casó, cambió su religión por el cristianismo. Acto conveniente para mimetizarse en la sociedad norteamericana y proyectar su deseo de ser presidente.
La madre de Obama era islamofílica y detestaba los Estados Unidos. Los hermanastros de Barack Hussein son todos musulmanes, y su hermano directo, Roy, que cambió su nombre por Abongo, es un musulmán practicante, que dijo: “el hombre negro debe liberarse de las venenosas influencias de la cultura europea”.
En su libro, Barack Obama habla de su hermano Abongo, como la persona de la que se siente más orgulloso.
En una entrevista en el New York Times, Maya Soetoro –media hermana de Barack—dijo: “Toda mi familia era musulmana, y la mayoría de la gente que conocíamos también”.
En relación al Cristianismo, Barack Obama dijo que: Sospecha de su carácter dogmático; no tiene monopolio sobre la verdad; no es transferible a otros; contiene una gran dosis de dudas; es indulgente e incompatible con todas las otras religiones. En una entrevista con Nicholas Kristof del New York Times, recitó en perfecto árabe la Shahada; la declaración de fe de los musulmanes, cuya sola pronunciación convierte a cualquiera al Islam.
Para los indonesios Obama sigue siendo musulmán, y lo ven como un misionero incrustado entre los norteamericanos para llevar el mensaje de Alá, por eso no lo acusan de apostasía.
Obama es respaldado por Hamas, la Brigada de Mártires de Al Aqsa, Raila Odinga (candidato fundamentalista islámico de Kenia, primo de Barack), Daniel Ortega, Raúl Castro, el Partido Comunista de Illinois, el Partido Socialista de EEUU, y el partido de los Nuevos Panteras Negras.
Todo lo que Obama hace es ambivalente. Es negro y es blanco, es indonesio y es estadounidense, es musulmán y es cristiano. Saca a flote lo que le conviene, cuando le conviene. Por eso será que habla tanto de cambio, él lo hace con la facilidad del camaleón, ajustándose a las circunstancias.
Para finalizar, he aquí una esclarecedora conversación que mantuvo Usama K. Dakdok, presidente de la congregación “The Straight Way of Grace Ministry”, con la recepcionista de la iglesia:
- ¿Qué debo hacer para unirme a su iglesia?
- Tiene que atender dos clases dominicales seguidas
- ¿Si soy musulmán y creo en el profeta Mahoma, pero también creo en Jesús, debo dejar mi fe islámica para unirme a su iglesia?
- No, tenemos muchos miembros musulmanes en nuestra iglesia.
http://www.diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=3993
Por José Brechner
Diario de América
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